JESÚS, el único que forma y transforma

Por: Edith Soto.-

Bendiciones querido lector.

Comenzamos una de las temporadas que en lo personal me encanta y la gozo en compañía de mi familia y amigos, la Natividad, el nacimiento de Jesús.

Sabemos que la Biblia no habla de una fecha exacta de su nacimiento y que muchos critican la natividad de Jesucristo en este mes, sin embargo, y más allá de las opiniones subjetivas de nosotros, los seres humanos, lo que sí hay que resaltar es que el hijo de Dios nació y vino a cambiar el destino de la humanidad, dándonos la oportunidad de conocer un destino y un camino diferente a través de Él.

¿Sabías que en su nacimiento nos dio a todos la oportunidad de nacer de nuevo a través de Él? Sí. Naciendo a una vida diferente. Puesto que no teníamos guía y caminabamos sin rumbo, vino a mostrarnos el camino y a darnos perdón, salvación, gozo, paz, etc.

Vino a ser la luz que la tierra necesitaba.

Ahora, ¿cómo podemos pasar desapercibido todo lo que Jesús nos vino a dar? La realidad de las cosas es que, cuando verdaderamente mora Él en nosotros, podemos dar lo mismo que recibimos.   

A mí me encanta ver a las familias reunidas; pero, sobretodo, unidas en el Señor. Perdonándose y aceptándose tal como son, viviendo en el gozo y la paz que solo Jesús nos puede dar.

Ahora, no te desenfoques del verdadero sentido de la navidad: el nacimiento del Mesías; y no los regalos y la mercadotecnia navideña.

Desgraciadamente, muchos han olvidado el verdadero significado de la natividad. Las naciones están siendo atacadas, bombardeadas, hay odio, injusticia, competencia y venganza; y, sobretodo, hay muerte por todos los continentes .

Hoy, más que nunca, necesitamos esa paz. Necesitamos recordar que hace muchos años atrás nació un niño que marcaría la diferencia en la humanidad, y que algun día uniría a las naciones.

Yo en lo particular quiero hacer un llamado a tu corazón. Aunque nuestra manera de pensar sea diferente, hagamos a un lado todo lo que nos separa y unámonos en un clamor en oración por las naciones que están sufriendo y las personas que lo han perdido todo, aún sus familias.

Busquemos el gozo que Dios nos da y vivamos en Su paz.

Es real el grito de dolor que existe en la humanidad. Tal pareciera que mora un espíritu de división en los seres humanos. Actuamos todo lo contrario a como Jesús lo hizo: en lugar de dar amor, sólo tenemos odio; nos dio su perdon y sólo tenemos resentimiento; nos vino a unir y sólo hay división entre nosotros.

Y la pregunta sigue en el aire: ¡¿Qué nos está pasando?!

Necesitamos de su presencia en nuestras vidas de manera urgente. Necesitamos que tome el control de las naciones de forma imperiosa. Necesitamos buscarlo y adorarlo.

¿Cómo puedo gozarme si sé que hay otros que están sufriendo? No, no me estoy saliendo del tema del nacimiento de Jesús, sólo que hablar de su natividad me pone a reflexionar sobre lo que tengo que ofrecer a Jesús para que este mundo sea mejor.

Y mi deseo es que tú también tomes un tiempo para reflexionar.

Oro para que tu hogar sea lleno de la presencia de Dios y more entre tu familia la paz y el gozo, pero, sobretodo, el amor que sólo Cristo nos puede dar.

Hagamos algo juntos, que en esta navidad no esperes recibir, sino al contrario, da.  Proponte alegrarle la vida a una persona y, si puedes, a una familia.

¿por qué no hacerlo?

Que Dios te bendiga en esta Navidad.∞

-Publicado en diciembre 2015-

Dale la oportunidad de ser tu Dios

Por: Edith Soto.-

Hola querido lector.

Hoy quiero compartir contigo un poco de mi relación con Dios, mi Padre celestial. Nunca me imaginé qué tan grande era su amor, ni mucho menos que Él quería y sigue queriendo lo mejor para mí; que a pesar de mis fallas y de mis equivocaciones, el sigue confiando en mí.

Creía que Dios estaba muy lejos y que no le importaban mis problemas, que no veía mi sufrimiento, que estaba sola. Pero, la verdad es que yo estaba muy equivocada.Dios estaba tan pendiente de mí que cono-cía cada uno de mis pensamientos, sabía de mis problemas y conocía a la perfección mi proceder. Él sabía de las veces que me hacía la fuerte por fuera, pero despedazada por dentro; cuando ya no tenía ganas de nada y me sentía cansada.

A pesar de yo conocerlo a través de su palabra, NUNCA LE DI LA OPORTU-NIDAD DE SER DIOS. Creía y pensaba que con una oración era suficiente. Lo que NO veía era que no le daba la oportunidad de ser ese grandioso, poderoso amigo y compañero que Él puede ser.

DIOS siempre ha estado allí para mí. Cuando estaba pasando en los momentos más difíciles y dolorosos, Él me dijo: -«confia en mí que yo cambiare las cosas». Yo oraba pidiéndole ayuda, pero en vez de dejarlo actuar y establecer su poder, siempre se terminaban haciendo las cosas a mi manera —quedando siempre igual—. Hasta que entendí que cuando le pedía algo, en ese mismo momento tenía que entregárselo y creerle; estar confiada y segura, sin ninguna preocupación.

Te confieso que me fue difícil, pero los resultados fueron sorprendentes; y desde entonces lo tomo en cuenta para todo, en  grandes o pequeñas situaciones.

Dice la palabra de Dios en Mateo 19:26: «Y mirándolos Jesús, les dijo: Para los hombres esto es imposible; mas para Dios todo es posible».

Dios siempre tiene su mirada en nosotros. Él espera que lo tomemos en cuenta para facilitarnos nuestro diario vivir. Que le confiemos hasta lo más simple que nos preocupe. Jesús espera que lo hagas su amigo fiel.

Una de sus más bellas promesas es esta: «…y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén».(Mateo 28:20b)

Entonces, ¿cómo sentirnos solos y abandonados? ¿por qué cerrarnos y negarnos la oportunidad de creerle?

Ya tengo años que he aprendido a delegarle todo a Dios. Le entregué mi vida, mi matrimonio, mi familia, mis finanzas y la iglesia, la cual me permite dirigir; y pase lo que pase, Él tiene el control de todo. Ya no me aflijo, ni me preocupo de nada. Dios me ha sorprendido en todo. Me ha permitido conocer su poder, pero sobretodo, su amor por mí.

Y ese amor es el mismo que Él siente por ti.

Dale la oportunidad de transformar tu vida como lo sigue haciendo con la mía. Hazlo tu compañero, tu cuatacho, tu pana, pero inclúyelo en tu vida, pues al cabo que ese amigo es Dios y lo que tu no puedas hacer o cambiar, Él lo hará por ti.

Dale la oportunidad de ser tu Dios.∞

-Publicado en noviembre 2015-

Aprendamos a ver lo mejor de los demás

Por: Edith Soto.-

Bendiciones querido lector.

Quiero esta vez compartir contigo algo que hasta el día de hoy sigue produciendo cambios en mí.

Sé que para muchos esto va ser muy difícil de entender y para otros imposible, pero la realidad de las cosas es que a pesar de tus pecados, errores y faltas, Dios sigue viendo lo mejor de ti.

Hay un tiempo en la vida de cada persona donde no nos sentimos dignos de pedirle ayuda a Dios, y es precisamente por todo el daño que hemos causado a los demás o por la vida de pecado que hemos vivido —aunque para los ojos de los demás tú estás mal y pudieran expresar: -«No vales nada, No eres nadie»—.  Y desgraciadamente esas palabras siempre provienen de las personas que más nos deberían de apoyar y ayudar,  nuestra familia.

Pero lo bueno de esto es que Dios no nos ve como nos ven los demás, Él sigue viendo algo bueno en ti, Él sigue esperando por ti, Él sí cree en ti.

Mira lo que dice Dios en su palabra:

«Sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, a fin de que nadie se jacte en su presencia».

1aCorintios 1:27-29

¡Wow! Me encanta este versículo, a a través de estas palabras podemos ver que Dios no busca al perfecto, sino a nosotros, a los peores; y aunque la mayoría de las veces la sociedad te separa señalándote y repudiándote, Dios No. ÉL desea empezar una obra perfecta en ti, ÉL sigue teniendo paciencia, Él espera por ti.

¿Sabes? Yo fui de lo peor y Dios vio algo bueno en mí, me perdonó, me sanó, me levantó y empezó a formarme, cambiando y transformando aún aquellas áreas que yo creía imposible; y no solo eso, me dio la oportunidad de servirlo.

Si lo hizo conmigo, también lo puede hacer contigo. Sólo dale la oportunidad de que Él cambie tu vida.

Él me dio credibilidad, renovó mis valores, me enseñó a dar siempre lo mejor de mí. Y no solo eso, me enseñó a ver las cosas diferentes, me enseñó a ver lo mejor de cada persona y, sobretodo, a dar la misma oportunidad que Él a mí me dio.

Empecemos a hacer la diferencia, comencemos a creerle a Dios.∞

-Publicado en octubre 2015-

Pasando la prueba, reto de valientes

Por: Edith Soto.-

Bendiciones querido lector.

Hoy me gustaría que juntos escudriñáramos la palabra de Dios y veamos cuál es el motivo de tantas pruebas por las cuales pasamos. Dice Santiago1:2-4 «Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna».

Mira cómo el Señor nos dice que debemos de tener gozo en las pruebas y cómo nos llenamos de tristeza y nos roban la paz; y además nos dice cómo es nuestra Fe en esos momentos y que la prueba produce en nosotros paciencia —algo que muchos carecen—.

¡Wow!

Dios espera que su obra sea completa y perfecta en nosotros. Él prueba nuestra Fe en cada problema para ver qué tanto le creemos, para ver qué tanto dependemos de Él.

1Pedro 1:6-7 dice: «En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo».

Duro, ¿verdad? Es necesario que pasemos por pruebas, sean éstas duras o dolorosas. Pero dice el Señor que sólo es por un poco de tiempo.

Si bien es cierto que Dios permite las pruebas, de algo estoy totalmente segura, saca lo mejor de cada situacion. Por ejemplo, el oro para ver qué tan puro es, lo prueban con fuego. Nosotros somos probados con pruebas, para ver qué tan firmes somos en el Señor. Tenemos un llamado y estamos siendo preparados para tal.

Romanos 8:28 dice: «Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados».

¡Me encanta este pasaje!

NO dice: «a los que creen en Dios», dice: «a los que AMAN a Dios todas las cosas les ayudan para bien». Y, cuando habla sobre TODAS LAS COSAS, se refiere tanto a lo bueno como a todo el dolor, sufrimiento o problema, los cuales nos ayudarán a ser mejores.

Con esto termino.

Lee conmigo 1Pedro 5:10, que dice: «Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca».

¿Qué tal eh? ¿Ahora entiendes por qué son necesarias las pruebas? Un ejemplo más: Los diamantes son las piedras más presiosas y más caras, pero para que brillen tienen que pasar por un proceso donde son lijadas porque su estado normal es sin forma ni brillo. Así somos nosotros, como los diamantes. Los problemas y sufrimientos que padecemos a lo largo de nuestra vida son los que nos moldean, sacando un brillo perfecto y radiante en nosotros. Para ese propósito hemos sido llamados.

Recuerda, LOS RETOS MÁS DIFÍCILES DIOS SE LOS PONE A LOS VERDADEROS VALIENTES.∞

-Publicado en septiembre 2015-

La mentira ya es costumbre en nuestro diario vivir

Por: Edith Soto.-

Bendiciones Querido Lector;

Quiero empezar haciéndote una pregunta:

¿Será qué un hijo de Dios puede mentir?

Muchos me han contestado de que si se puede. Se puede, mas NO se DEBE.

La palabra de Dios es muy clara con respecto a la mentira. Jesús mismo dice que el que miente es hijo del diablo.

En el evangelio de Juan 8:44, Jesús les dijo: «Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. Él ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuan-do habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira».

¡Wow! Qué fuerte.

Esto me lleva a pensar que si nosotros decimos ser hijos de Dios y tenemos deseos de mentir y engañar a nuestro prójimo, excusándonos con frases como: -«fue una mentira piadosa», eso nos convierte en mentirosos y, por ende, nos desafía a preguntarnos sobre nuestra condición espiritual.

Dicho en lenguaje más sencillo querido hermano, una mentira es una mentira —chica o grande o piadosa— y ante los ojos de Dios estamos mal, tan mal que NO nos ve como a sus hijos.

El apóstol Pablo nos aconseja diciéndonos: «NO mintais los unos a los otros…», «habiéndoos despojado del viejo hombre [con sus hechos]». Si ya te despojaste verdaderamente del viejo hombre, vivamos una vida recta delante de Dios.

Hoy en día es triste ver que muchos hermanos en Cristo mienten, tan fácilmente, que ya lo ven normal. Se olvidan que a Dios no lo podemos engañar, ni a nosotros mismos. Recuerda que entre el cielo y la tierra no queda nada oculto, todo sale a la luz.

A la verdad todos hemos mentido —de diferentes formas—, y el que dice que jamas ha mentido, ya mintió, porque todos hemos fallado en esa área en algún momento de nuestra vida. La buena noticia es que Jesús desea que verdaderamente nos despojemos de ese viejo hombre y nos renovemos día a día en Él.

Muchos piensan que no pasará nada y lo mas triste es que se creen sus propias mentiras; pero hay un terrible final para ellos. Dice Apocalipsis 21:8 «todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda».

Ahora te pregunto: ¿tú crees que DIOS juega con respecto a los que hablan mentira? No seas uno de los que miente por salir de un apuro o librarte de un problema. Recuerda que la verdad, por mas dura que sea, siempre es lo mejor a decir; y lo más importante, tiene el respaldo de Dios.∞

-Publicado en agosto 2015-

‘Venga [a nosotros] Tu Reino’

Por: Edith Soto.-

¡Bendiciones querido lector!

¿Sabías que nosotros podemos traer el cielo a la tierra?

¡Sí! Nosotros podemos desde ahorita empezar a vivir en el Reino de Dios.

Te preguntarás: -«¿cómo?» O dirás: -«A esta pastora le falta un tornillo. Eso no es posible».

Pero deja demostrarte a través de la Palabra de Dios que sí es posible.

Recordemos primeramente el la oración modelo que Jesús nos dejó —que tradicionalmente se le conoce como «El Padre Nuestro»—. Dice así: «Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea Tu nombre. Venga Tu Reino…»(Mateo 6:9-10) Allí mismo nos estaba mostrando nuestro Senor Jesucristo que el Reino de Dios puede establecerse en la tierra, pero inmediatamente después dice: «hágase Tu voluntad, como en el cielo, así tambien en la tierra…»

¿Qué quería decirnos JESÚS cuando decía estas palabras? Que el Reino de Dios lo podemos traer a la tierra a través de nuestra obediencia. Deja te lo explico. Nosotros humanamente siempre hacemos nuestra voluntad, es decir, lo que queremos —esté correcto o incorrecto—, y algunas veces hemos llegado a decir: -«¡se hace así porque a mí me da la gana. Porque yo mando!».

Y esta actitud también se ve dentro de las iglesias. Muchos pastores y líderes de iglesias toman esta actitud, demostrando que no es la voluntad de Dios en la que se conduce.

La voluntad de Dios debe de pasar por encima de nuestro ego, orgullo, envidia, falta de perdón y el dolor que puedas llegar a sentir.

Seguir la voluntad de Dios es estar dispuesto a entregarle todo a Él.

Recuerda, nosotros nos podemos equivocar al tomar alguna decisión basada en el ánimo en el que estemos, mas la voluntad de Dios es justa y perfecta.

Dice Mateo 6:33a, «Mas busca primeramente el Reino de Dios y Su justicia».

¿Recuerdas la parabola de los dos hijos? El padre les pide a los dos que vayan a trabajar a su viña, el primero le dijo que no, pero se arrepintió y fue; el segundo le dijo que si, y no fue. ¿Quién hizo la voluntad del Padre? Sí, el primero.(Mateo 21;28-32) Pues así es como Dios desea que hagamos [como lo hizo el primero].

Por eso te pido que reflexiones y si llegas a darte cuenta que has caminado en tu propia voluntad, te arrepientas ante Dios y comiences a caminar en Su voluntad.

Dice Mateo 7:21: «No todo el que me dice: “Señor, Señor”, entrará en el Reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos».

Hay una recompensa para el que hace la voluntad de Dios. ¿A poco leer ese pasaje no te anima a depender solo de Dios?

Mira los otros regalos de Dios para sus hijos:

«Porque de esta manera os será otorgada amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.» 2 Pedro 1:11

El deseo de Dios es que moremos con Él, pero esa es tu decisión.

¿Quieres ser obediente y caminar en Su voluntad o en la tuya? Tú decides: o la luz admirable o seguir en tinieblas.

Marquemos cambios, traigamos Su Reino y que nuestras futuras generaciones vivan en en Su perfecta voluntad y bendecidos.∞

Una victoria digna de ser celebrada

Por: Edith Soto.-

Bendiciones querido lector.

Hay mucha gente que ha olvidado el propósito por el cual JESÚS vino a la tierra y hoy en día lo ven como algo «místico».

Para muchas personas, la pascua simboliza recoger huevos y/o comprar un bonito vestido para usarlo el domingo.

NO TE CONFUNDAS.

El nombre de Semana Santa hace alusión —cada año— a la conmemoración cristiana de la pasión, muerte y resurrección de Jesús de Nazaret.

Fue en esta semana —hace más de dos mil años— en que el hijo de Dios pagaría el más alto precio por el perdón de tus pecados y los míos; y resucitaría al tercer día vencien-do a la muerte y la condenación eterna.

¿Cómo podemos olvidar algo de tan gran relevancia? ¿Algo tan importante?

Escudriñemos las escrituras juntos y veamos todo lo que Jesucristo logró en bene-ficio nuestro a través de su muerte.

•Salvó lo que se había perdido.(Lucas 19:10)

•Deshizo las obras del diablo.(1Juan 3:8)

•Destruyó el poder del pecado y de la muerte.(Romanos 8:1-8)

•Destruyó el poder de la enfermedades.(Isaías 53:4-5)

•Destruyó el poder de la pobreza.(2Corintios 8:9)

•Libertad del reino de las tinieblas.(Colosenses 1:13)

Pero sobretodo, y lo más impactante, murió en la cruz demostrando con hechos Su gran amor por nosotros.(Juan 3:16)

Y lo verdaderamente sorprendente fue que aún antes de morir intercedió por nosotros, diciendo: «Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen». Lo mas triste es que hasta el día de hoy seguimos sin saber.

Pareciera que se busca agradar más al hombre que a Dios; buscando la comodidad religiosa y olvidando la relación con Dios.

Me llama bastante la atención la ignorancia de mucha gente —y lo digo con respeto—, porque algunos adoran hasta la muerte y se atreven a llamarla «la santa muerte», cuando JESúS LA VENCIÓ resucitando al tercer día.

Así, como lo lees, ¡Está derrotada!

Dice en Mateo 27:51 «y he aquí, el velo del templo se rasgo en dos, de arriba abajo; y la tierra tembló, y las rocas se partieron». Esto fue lo primero que se manifestó después de que Jesús muriera. Al romper-se el velo en el templo, estaba habiendo un rompimiento en el mundo espiritual. Pero en nosotros, estaba cayendo ese velo de seguera que no nos permitía ver la luz del evangelio —y aunque ese velo ya fue quitado por CRISTO, muchos hasta el día de hoy siguen sin comprenderlo.(2 corintios3:14) ¡Qué triste!

Busquemos una reconciliacion verdadera con Dios. Mantengamos una comunión estrecha con Él. Tengamos un nuevo comienzo, un nuevo pacto con Jesús.

Me atrevo a decirte que, sin importar por lo que estés pasando —ya sean proble-mas financieros, enfermedades, conflictos, etc.—, recuerda que Jesús ya venció en la cruz por ello. Toma esa victoria en tu vida y nunca olvides que en «Cristo somos más que vencedores».

¡ALELUYA!∞

Limpios y alineados ante Dios

Por: Edith Soto.-

Bendiciones querido lector.

En estos último días me he dado cuenta que a raíz de la propuesta migratoria del presidente, muchas personas están tratando de limpiar sus créditos, de limpiar su rencor con el Estado, en fin, de alinearse para poder obtener este beneficio. ¡Y qué bueno!

Sin embargo, hay quienes ante esta propuesta se han querido aprovechar. Me da tristeza ver como algunos padres de familia, que en el pasado han sido irresponsables para con sus hijos y esposa(o) —pues me refiero al hombre y a la mujer—, ahora sí quieren ser buenos padres, ya se preocupan por ellos —así como por los papeles que necesitarán en el momento en que comiencen a tomar aplicaciones—.

Y te has de preguntar ¿qué quiere decir con irresponsables? Por mencionar algunos ejemplos: Han abandonado por años a sus hijos sin el más mínimo remordimiento, se han despreocupado por su manutención, hacen caso omiso al daño y sufrimiento que les provoca la falta de amor, etcétera.

¡Wow! Eso sí es feo.

Pero mi pregunta es esta: ¿Así como estás buscando limpiar tu crédito, has buscado limpiar tu alma? ¿Has tratado de alinearte con Dios? ¿De limpiar tu vida de todo pecado?

Te cuento, las oficinas del reino de Dios siempre están abiertas y tomando aplicaciones para todo aquél que desea un cambio total en su vida, para todo aquél que quiere alinearse con Dios.

Así como buscamos siempre estar alineados con la ley, porque sabemos que con ellos no se juega, así debe ser con Dios también.

Sin embargo, muchos le temen más al estado o al gobierno, que a Dios.

Querido lector, ¡con Dios no se juega! Mucha gente cree que puede estarse burlando de Dios, pero veamos lo que dice Gálatas 6:7 «No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará». Puedes burlarte del estado y de los hombre [porque no te conocen], pero de Dios que te conoce y lee tus pensamientos ¡NO creo!

Pero ante Dios tienes la oportunidad de empezar de nuevo. Recuerda que la Sangre que derramó Jesús en la cruz fue con el propósito de lavarnos. Dice Apocalipsis 1:5 «Y de Jesucristo el testigo fiel… el que nos amó y nos lavó de nuestros pecados con su sangre».

Por ejemplo: Cuando lavamos ropa, usamos el cloro para quitar  las manchas y dejar la ropa limpia nuevamente —aunque muchas veces la mancha no desaparece totalmente [risas]—. Así es con nuestros pecados. Nada ni nadie puede perdonar o lavar nuestros pecados, excepto la sangre del cordero [Jesús]. Esta [sangre] es el cloro perfecto de la humanidad a la disposición de todo aquél que lo quiera usar. Y lo mejor de todo es que es GRATIS, pues ya ha sido pagado.

Y no sólo eso, sino que también nuestra conciencia es limpiada a través de su Espíritu Santo.(Hebreos 9:14)

Querido lector, el deseo de Dios es que vivamos alineados a su voluntad, siendo los padres las personas de valores que Él quiere que seamos. Teniendo el beneficio de su promesa. Siendo bendecidos y prosperados en todo.

Estamos a tiempo, podemos comprobar la grandeza y el amor de Dios en, y a través, de nuestra vida.

Date la oportunidad de ser diferente. Jesús puede limpiar tu alma, que es donde está tu crédito espiritual; y al mismo tiempo alinearte con su amado Padre.

Si lo haces, Dios abrirá toda puerta para ti y te bendecirá y recibirás lo que te prometió de acuerdo a su voluntad—aún lo que el presidente de los Estados Unidos te pueda ofrecer—.

Trátalo y NO te arrepentirás.∞

Ama a tu prójimo

Por: Edith Soto.-

Saludos y bendiciones querido lector.

A febrero le llaman «el mes del Amor», donde hay reconciliaciones, regalitos, chocolatitos, cenas románticas, etc. Y, ¿sabías que hemos aprendido a marcar niveles de cómo y cuánto amamos a nuestro projimo? Por ejemplo, a los padres de una forma, al esposo y a los hijos de otra, a los amigos y familiares más cercanos de otro modo, a los familiares lejanos y a los desconocidos rara vez les mostramos cariño, y a los enemigos, ni en pintura los queremos ver.

Pero, ¿sabías que Dios te demanda cómo amarlo a Él y a tu prójimo? Y cuando digo prójimo me refiero a familiares, amigos, desconocidos y, aún, a tus enemigos.

Veamos lo que Jesús le contesta a un interprete de la ley cuando, queriendo tentarlo, le pregunta: -«Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley? Jesús le dijo: -«Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas».(Mateo 22:36-40)

¿Qué tal, eh?

Dios te dice cómo lo ames. Él demanda que lo hagas con todo tu corazón, no con un pedacito; con toda tu alma y no sólo cuando traiga ganas (recordando que en el alma están los deseos y todo placer de la carne); con toda tu mente, sin cuestionarlo o tratar de razonarlo; y no solo eso, sino que lo puso como primer mandamiento. Pero el segundo lo hizo semejante al primero, ¿qué quiere decir esto? Que de la misma manera que amas a Dios ames a tu projimo, sin excusa ni pretexto, sólo que lo ames.

Ahora bien, cuando amas a alguien NO puedes dañar a esa persona. Mucha gente me dice: -«para mí es muy difícil y muy duro ser cristiana y obedecer todos los mandamientos». Y agregan: -«porque me cuesta tanto trabajo». -«Muy sencillo», les contesto «porque no aman a Dios». Recuerda que el temor a Dios viene pegado al amor a Dios. Por amor a Dios no voy a robar, ni a insultar, ni a matar, ni a maldecir a mi prójimo.

Hay mucha gente que yo conozco que sirve en la iglesia, que jamás faltan a los servicios, que hacen muchas obras de caridad, que se saben la Biblia de memoria, que hablan en lenguas, que tiene mucha fe, pero no tiene una pizca de amor por su prójimo.

Pon atención a estos versículos: «Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy. Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve».(1 Corintios 13:2-3)

¡WOW! qué fuerte, ¿verdad?

Ahora, recuerda siempre que la mejor manera de exprezar nuestro amor tanto a DIOS como a los demás es a través de nuestros actos. Porque una cosa es decirlo y otra muy diferente demostrarlo.

El amor de Dios hacia nosotros sobrepasa nuestro entendimiento y razonamiento. Nos ama de tal manera que nos lo demostró al dar a su hijo Jesús para que Él pagara por nuestros pecados.

Nosotros a la verdad no hemos aprendido. Necesitamos aprender a dar lo mejor de nosotros como Dios lo hizo, amando aún a los que nos maldicen y nos han hecho daño, sin marcar diferencias entre nadie.

Sé que podemos hacerlo, pues como siempre, nuestro Señor Jesús está dispuesto a ayudarnos. Pero la decisión es tuya. Por lo tanto, yo oro a Dios para que el Espíritu Santo me llene de amor fraternal y de igual manera lo haga contigo.∞