Por: Edith Soto.-
Bendiciones querido lector.
Comenzamos una de las temporadas que en lo personal me encanta y la gozo en compañía de mi familia y amigos, la Natividad, el nacimiento de Jesús.
Sabemos que la Biblia no habla de una fecha exacta de su nacimiento y que muchos critican la natividad de Jesucristo en este mes, sin embargo, y más allá de las opiniones subjetivas de nosotros, los seres humanos, lo que sí hay que resaltar es que el hijo de Dios nació y vino a cambiar el destino de la humanidad, dándonos la oportunidad de conocer un destino y un camino diferente a través de Él.
¿Sabías que en su nacimiento nos dio a todos la oportunidad de nacer de nuevo a través de Él? Sí. Naciendo a una vida diferente. Puesto que no teníamos guía y caminabamos sin rumbo, vino a mostrarnos el camino y a darnos perdón, salvación, gozo, paz, etc.
Vino a ser la luz que la tierra necesitaba.
Ahora, ¿cómo podemos pasar desapercibido todo lo que Jesús nos vino a dar? La realidad de las cosas es que, cuando verdaderamente mora Él en nosotros, podemos dar lo mismo que recibimos.
A mí me encanta ver a las familias reunidas; pero, sobretodo, unidas en el Señor. Perdonándose y aceptándose tal como son, viviendo en el gozo y la paz que solo Jesús nos puede dar.
Ahora, no te desenfoques del verdadero sentido de la navidad: el nacimiento del Mesías; y no los regalos y la mercadotecnia navideña.
Desgraciadamente, muchos han olvidado el verdadero significado de la natividad. Las naciones están siendo atacadas, bombardeadas, hay odio, injusticia, competencia y venganza; y, sobretodo, hay muerte por todos los continentes .
Hoy, más que nunca, necesitamos esa paz. Necesitamos recordar que hace muchos años atrás nació un niño que marcaría la diferencia en la humanidad, y que algun día uniría a las naciones.
Yo en lo particular quiero hacer un llamado a tu corazón. Aunque nuestra manera de pensar sea diferente, hagamos a un lado todo lo que nos separa y unámonos en un clamor en oración por las naciones que están sufriendo y las personas que lo han perdido todo, aún sus familias.
Busquemos el gozo que Dios nos da y vivamos en Su paz.
Es real el grito de dolor que existe en la humanidad. Tal pareciera que mora un espíritu de división en los seres humanos. Actuamos todo lo contrario a como Jesús lo hizo: en lugar de dar amor, sólo tenemos odio; nos dio su perdon y sólo tenemos resentimiento; nos vino a unir y sólo hay división entre nosotros.
Y la pregunta sigue en el aire: ¡¿Qué nos está pasando?!
Necesitamos de su presencia en nuestras vidas de manera urgente. Necesitamos que tome el control de las naciones de forma imperiosa. Necesitamos buscarlo y adorarlo.
¿Cómo puedo gozarme si sé que hay otros que están sufriendo? No, no me estoy saliendo del tema del nacimiento de Jesús, sólo que hablar de su natividad me pone a reflexionar sobre lo que tengo que ofrecer a Jesús para que este mundo sea mejor.
Y mi deseo es que tú también tomes un tiempo para reflexionar.
Oro para que tu hogar sea lleno de la presencia de Dios y more entre tu familia la paz y el gozo, pero, sobretodo, el amor que sólo Cristo nos puede dar.
Hagamos algo juntos, que en esta navidad no esperes recibir, sino al contrario, da. Proponte alegrarle la vida a una persona y, si puedes, a una familia.
¿por qué no hacerlo?
Que Dios te bendiga en esta Navidad.∞
-Publicado en diciembre 2015-