‘Venga [a nosotros] Tu Reino’

Por: Edith Soto.-

¡Bendiciones querido lector!

¿Sabías que nosotros podemos traer el cielo a la tierra?

¡Sí! Nosotros podemos desde ahorita empezar a vivir en el Reino de Dios.

Te preguntarás: -«¿cómo?» O dirás: -«A esta pastora le falta un tornillo. Eso no es posible».

Pero deja demostrarte a través de la Palabra de Dios que sí es posible.

Recordemos primeramente el la oración modelo que Jesús nos dejó —que tradicionalmente se le conoce como «El Padre Nuestro»—. Dice así: «Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea Tu nombre. Venga Tu Reino…»(Mateo 6:9-10) Allí mismo nos estaba mostrando nuestro Senor Jesucristo que el Reino de Dios puede establecerse en la tierra, pero inmediatamente después dice: «hágase Tu voluntad, como en el cielo, así tambien en la tierra…»

¿Qué quería decirnos JESÚS cuando decía estas palabras? Que el Reino de Dios lo podemos traer a la tierra a través de nuestra obediencia. Deja te lo explico. Nosotros humanamente siempre hacemos nuestra voluntad, es decir, lo que queremos —esté correcto o incorrecto—, y algunas veces hemos llegado a decir: -«¡se hace así porque a mí me da la gana. Porque yo mando!».

Y esta actitud también se ve dentro de las iglesias. Muchos pastores y líderes de iglesias toman esta actitud, demostrando que no es la voluntad de Dios en la que se conduce.

La voluntad de Dios debe de pasar por encima de nuestro ego, orgullo, envidia, falta de perdón y el dolor que puedas llegar a sentir.

Seguir la voluntad de Dios es estar dispuesto a entregarle todo a Él.

Recuerda, nosotros nos podemos equivocar al tomar alguna decisión basada en el ánimo en el que estemos, mas la voluntad de Dios es justa y perfecta.

Dice Mateo 6:33a, «Mas busca primeramente el Reino de Dios y Su justicia».

¿Recuerdas la parabola de los dos hijos? El padre les pide a los dos que vayan a trabajar a su viña, el primero le dijo que no, pero se arrepintió y fue; el segundo le dijo que si, y no fue. ¿Quién hizo la voluntad del Padre? Sí, el primero.(Mateo 21;28-32) Pues así es como Dios desea que hagamos [como lo hizo el primero].

Por eso te pido que reflexiones y si llegas a darte cuenta que has caminado en tu propia voluntad, te arrepientas ante Dios y comiences a caminar en Su voluntad.

Dice Mateo 7:21: «No todo el que me dice: “Señor, Señor”, entrará en el Reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos».

Hay una recompensa para el que hace la voluntad de Dios. ¿A poco leer ese pasaje no te anima a depender solo de Dios?

Mira los otros regalos de Dios para sus hijos:

«Porque de esta manera os será otorgada amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.» 2 Pedro 1:11

El deseo de Dios es que moremos con Él, pero esa es tu decisión.

¿Quieres ser obediente y caminar en Su voluntad o en la tuya? Tú decides: o la luz admirable o seguir en tinieblas.

Marquemos cambios, traigamos Su Reino y que nuestras futuras generaciones vivan en en Su perfecta voluntad y bendecidos.∞

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