Una victoria digna de ser celebrada

Por: Edith Soto.-

Bendiciones querido lector.

Hay mucha gente que ha olvidado el propósito por el cual JESÚS vino a la tierra y hoy en día lo ven como algo «místico».

Para muchas personas, la pascua simboliza recoger huevos y/o comprar un bonito vestido para usarlo el domingo.

NO TE CONFUNDAS.

El nombre de Semana Santa hace alusión —cada año— a la conmemoración cristiana de la pasión, muerte y resurrección de Jesús de Nazaret.

Fue en esta semana —hace más de dos mil años— en que el hijo de Dios pagaría el más alto precio por el perdón de tus pecados y los míos; y resucitaría al tercer día vencien-do a la muerte y la condenación eterna.

¿Cómo podemos olvidar algo de tan gran relevancia? ¿Algo tan importante?

Escudriñemos las escrituras juntos y veamos todo lo que Jesucristo logró en bene-ficio nuestro a través de su muerte.

•Salvó lo que se había perdido.(Lucas 19:10)

•Deshizo las obras del diablo.(1Juan 3:8)

•Destruyó el poder del pecado y de la muerte.(Romanos 8:1-8)

•Destruyó el poder de la enfermedades.(Isaías 53:4-5)

•Destruyó el poder de la pobreza.(2Corintios 8:9)

•Libertad del reino de las tinieblas.(Colosenses 1:13)

Pero sobretodo, y lo más impactante, murió en la cruz demostrando con hechos Su gran amor por nosotros.(Juan 3:16)

Y lo verdaderamente sorprendente fue que aún antes de morir intercedió por nosotros, diciendo: «Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen». Lo mas triste es que hasta el día de hoy seguimos sin saber.

Pareciera que se busca agradar más al hombre que a Dios; buscando la comodidad religiosa y olvidando la relación con Dios.

Me llama bastante la atención la ignorancia de mucha gente —y lo digo con respeto—, porque algunos adoran hasta la muerte y se atreven a llamarla «la santa muerte», cuando JESúS LA VENCIÓ resucitando al tercer día.

Así, como lo lees, ¡Está derrotada!

Dice en Mateo 27:51 «y he aquí, el velo del templo se rasgo en dos, de arriba abajo; y la tierra tembló, y las rocas se partieron». Esto fue lo primero que se manifestó después de que Jesús muriera. Al romper-se el velo en el templo, estaba habiendo un rompimiento en el mundo espiritual. Pero en nosotros, estaba cayendo ese velo de seguera que no nos permitía ver la luz del evangelio —y aunque ese velo ya fue quitado por CRISTO, muchos hasta el día de hoy siguen sin comprenderlo.(2 corintios3:14) ¡Qué triste!

Busquemos una reconciliacion verdadera con Dios. Mantengamos una comunión estrecha con Él. Tengamos un nuevo comienzo, un nuevo pacto con Jesús.

Me atrevo a decirte que, sin importar por lo que estés pasando —ya sean proble-mas financieros, enfermedades, conflictos, etc.—, recuerda que Jesús ya venció en la cruz por ello. Toma esa victoria en tu vida y nunca olvides que en «Cristo somos más que vencedores».

¡ALELUYA!∞

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