Resistiendo al tiempo

Por.- Aridait Candanoza

En nuestro caminar por la vida nos damos cuenta que el tiempo causa un efecto sobre nuestro físico. Nadie permanece del mismo tamaño como nació; y nadie muere con la misma fuerza que se tiene cuando se es joven —a menos que sea por muerte prematura—. 

Así como nuestro cuerpo nos da una señal del tiempo que ha pasado sobre nosotros, nuestra mente debe estar acorde con el mismo. Al respecto, el apóstol Pablo dijo: «Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño.». (1Corintios 13:11)

Lo que nos da a entender que debemos disfrutar al máximo cada etapa de nuestra vida y también reconocer que algunas ya han pasado y debemos dejarlas ir. Hoy en día podemos ver una sociedad resistiéndose a aceptar que esto es parte de la vida. Hombres y mujeres de edad avanzada se niegan a dejar la juventud y recurren a cirugías estéticas y frecuentan lugares que, por lo que se vive ahí, corresponden a los jóvenes.

Siendo honestos con nosotros mismos, debemos reconocer que hay cosas que aún podemos hacer y cosas que ya no podemos. Si estamos en una posición de liderazgo,

debemos estar conscientes que llegará un momento en que habrá cosas que ya no podemos hacer y es necesario dar parte a las nuevas generaciones que con su fuerza y vigor harán la tarea que para nosotros se nos hace difícil por el paso de los años —me refiero a trabajos que demandan fuerza y vigor, además de una visión actual de lo que se está viviendo—.

El rey David saltó al salón de la fama por matar a Goliat y, posteriormente, luchar con más gigantes; pero, en 2 Samuel 21:15-17, podemos ver a un hombre que se cansa con más facilidad que un joven, a tal grado que estuvo a punto de ser aniquilado por un gigante, a no ser por Abisai que llegó en su ayuda. Miramos en dicha escritura que su ejército le pidió que ya no saliera más a la batalla para no ser muerto, ya que si David moría, el ejército se quedaba sin guía, ni mentor, en el área bélica. Si seguimos leyendo los versículos 18-22 del mismo capítulo, nos daremos cuenta que David no fue el único que mató gigantes, sino que sus pupilos también los mataron siguiendo el ejemplo del mentor.

Si traemos esto a la vida ministerial nos daremos cuenta que es muy necesario dar lugar a nuevas generaciones que tomen el liderazgo con una mente fresca y una visión nueva para llegar a lugares que algunos de nosotros nos sería casi imposible llegar —me refiero a limitaciones a causa del idioma, tecnología y, por supuesto, una visión actual del mundo en que vivimos—.

Si como líderes nos negamos a aceptar nuestras limitaciones y no cedemos nuestro lugar a las nuevas generaciones para seguir con el trabajo ministerial, con el tiempo las Iglesias caerán en la rutina de hacer siempre lo mismo sin esperanza de que haya un cambio. Ceder el lugar es una muestra de que nosotros no somos dueños de las congregaciones, ni mucho menos, que nos pertenecen. Con esto no estoy sugiriendo que abandonemos el ministerio, pero sí que cedamos el lugar a nuevos ministros y nosotros convertirnos en consejeros al igual que lo hizo David.

Cuando alguien no está dispuesto a ceder su lugar, verá a los jóvenes con liderazgo como una amenaza o incluso como enemigos —al igual que lo hizo Saúl cuando le atribuyeron mil y David 10 mil (1 Samuel 18:6-9)—. 

Amados santos de Dios, no tratemos de adueñarnos del tiempo, ni mucho menos de la Iglesia del Señor. Recordemos que un buen líder nunca verá a otro líder como enemigo, sino como coadjutor en las cosas del Señor. Formemos líderes y, en el momento indicado, cedamos el paso a las nuevas generaciones. No hay nada más satisfactorio para un líder que mirar que sus discípulos continúan con el trabajo del Señor.

Doctrina de Balaam

Por: Aridait Candanoza.-

En el mensaje a las iglesias de Apocalipsis, Dios dijo a los de Pérgamo: «Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que tienes ahí a los que retienen la doctrina de Balaam, que enseñaba a Balac a poner tropiezo ante los hijos de Israel, a comer de cosas sacrificadas a los ídolos, y a cometer fornicación».(Apocalipsis 2:14)

Una doctrina no son simples ideas sueltas. Toda doctrina se compone de una serie de principios bien ordenados y estructurados, los cuales dan forma a una manera de pensar y de creer. Es por eso que, cuando una doctrina es creída y aceptada, viene a ser el eje rector de la conducta de quienes la siguen.

La doctrina puede o no ser buena. Si los postulados que consagra son justos, esa doctrina es una bendición; pero si no, se convierte en un cáncer que contamina a la sociedad.

En el caso de Balaam (quien sabía que todo el que viola la ley de Dios caía automáticamente en maldición), enseñó a Balac cómo usar ese principio para así poder arrastrar a los israelitas a que cayera sobre ellos la maldición que no pudo desatar mientras ellos estaban asentados en justicia.

La doctrina de Balaam se puede definir así: «Es la enseñanza que con toda intención busca que se violen los decretos de Dios, la justicia divina y los principios de santidad, para que eso sirva de tropiezo a los santos y caigan en maldición».

Balaam sabía que quien fornica o quien practica idolatría queda separado de Dios, así que les dio toda una cátedra de cómo usar la fornicación y la idolatría para quitar a Dios de en medio.

La doctrina de Balam se presenta con tal sutileza que hace creer, errónea y totalmente, que el matrimonio gay es una virtud, que fornicar es prepararse para el matrimonio, que los ídolos son instrumentos de inspiración de fe, que adulterar es una forma de dar amor, que extorsionar sólo es un juego, que robarle al rico es expropiar (quitarle lo que supuestamente es nuestro), que mentir no es tan malo, etc.

«Balaam» es un espíritu que sigue operan-do dentro de las iglesias y en la sociedad en general, y las personas se caen bajo su influjo son aquellas:

•«cuyo camino no es recto» (que no caminan en temor de Dios),

• «que aman el premio de la maldad»(2Pedro 2:15-16)

• y que «por lucro (dinero) vender sus servicios ministeriales al servicio de las tinieblas».(Judas 3-13)

La doctrina de Balaam busca llevar a la iglesia a que acepte o tolere posturas contrarias a los principios del Reino, porque así, sabes que la iglesia es ineficaz.

La manera de darse cuenta que esta doctrina ha ganado ventaja, es cuando ya no se distingue a un hijo de Dios de un impío: Si la forma de hablar y de vestir, o si las actitudes y los hechos son los mismos que los de cualquier persona que no teme a Dios, significa que Balaam ya está dentro de la iglesia .

Recuerde, el propósito de la doctrina de Balam es relajar el poder de la gracia para hacerla ineficaz.

Amado hermano, hoy somos llamados por Dios a marcar la diferencia. En Apocalipsis 22:11, se nos dice: «El que es injusto, sea injusto todavía; y el que es inmundo, sea inmundo todavía; y el que es justo, practique la justicia todavía; y el que es santo, santifíquese todavía».

Amados, si no queremos que nuestra vida espiritual se seque, saquemos a Balam de nuestra casa, de nuestra familia, y de nuestra congregación.

¿Amén?

-Publicado en diciembre 2015-

Andemos como de día

Por: Aridait Candanoza.-

En el capítulo 12 de la carta a los Romanos, Pablo nos revela varias estrategias sobre cómo confrontar a las tinieblas. El último versículo de este capítulo, el apóstol resume todas las estrategias dadas en ese pasaje con la siguiente frase:«No seáis vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal»(Romanos 12:21)

En el capítulo 13, Pablo continúa con el mismo tema. Si observamos, a partir del versículo 12 nos dice que la noche está avanzada (la noche representa el tiempo en el que dominan las tinieblas, aunque hay que aclarar que las tinieblas, aunque es en la noche cuando tienen todo el dominio, no tienen todo el dominio, ya que Dios dispuso una lumbrera [la luna] y las estrellas para que nos alumbraran de noche.

La lumbrera es un tipo del pueblo de Dios que está llamado a reflejar la luz de Cristo, y las estrellas son un tipo de cada creyente en particular.(Filipenses 2:12-15)

Ahora bien, ¿no le parece curioso que en los primeros versículos del capítulo 13, Pablo explique con detalle sobre la importancia de la sujeción a las autoridades superiores? Si no tenemos cuidado, pensaríamos que se salió del tema, pero no es así.

Ahí, el apóstol aclara que la única fuente de autoridad es Dios; y Dios es luz. Así que, cuando estamos sujetos a la autoridad, estamos conectados a la luz y las tinieblas no prevalecen ante la luz.

En ese contexto —de combatir las tinieblas—, Pablo aclara que la autoridad lleva la espada para castigar al que hace lo malo —al que anda en tinieblas—. Por otro lado, el apóstol nos indica que paguemos los impuestos y que no debamos nada nadie —para que no haya nada que nos ate o nos comprometa con las tinieblas—.

Cuando dice: «no debáis a nadie nada», añade: «sino el amaros unos a otros; porque el que ama al prójimo a cumplido la ley»(Romanos 13:8). En el versículo 10, continúa diciendo: «El amor no hace mal al prójimo, así que el cumplimiento de la ley, es el amor» —observemos que Pablo conecta el acto de obedecer a la ley con estar sujetos a la luz—.

Esto implica que la sujeción a la autoridad es una cobertura que nos protege a la hora de confrontar a las tinieblas. La recomendación final que nos da el apóstol dice: «La noche está avanzada, y se acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz. Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en contiendas y envidia, sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne».(Romanos 13:12-14)

Aquí se indican tres acciones a seguir:

Desechar las obras de las tinieblas,

Vestirse del Señor Jesús y de sus armas de luz, y

No proveer para los deseos de la carne.

Note que la responsabilidad de estas tres acciones recae en cada uno de nosotros.

Otro dato curioso:

La noche comenzó —las tinieblas espiritua-les— con la caída de Adán, lo que significa que la obra de redención en la raza humana ha hecho su labor mientras que las tinieblas han tenido su dominio sobre la tierra. Usted y yo —los que hemos creído y aceptado a Jesús como nuestro salvador y Dios— fuimos alcanzados por la luz en medio de la noche.

Jesús vino como la luz verdadera para trasladarnos del reino de las nieblas a su admirable reino de luz(2Pedro 2:9-10). Es por eso que, ahora los que hemos hecho pacto con Dios,  de andar en justicia, andemos como de día.

¿Ya observó que no dice «andemos de día»,  sino «como de día»? La razón es simple, todavía no estamos en el día, estamos en la noche, pero en Cristo podemos andar en medio de la noche como de día.

¡¡Aleluya!!∞

-Publicado en noviembre 2015-

El proceso de los hijos de Dios

Por: Aridait Candanoza.-

Todo hijo de Dios, tarde o temprano, tiene que ser procesado. En la Biblia se registran «los procesos» a los que fueron sometidos Abraham, Jacob, José, Moisés, David y otros, con el fin de que estuvieran preparados para cumplir con la tarea que se les encomendó.

De ellos podemos aprender porque, indudablemente, ninguno de nosotros escapará de ser procesado por Dios.

Quizás el ejemplo más práctico de quien podemos aprender es el de Job. Él fue sometido al proceso cuando Dios aceptó el reto de Satanás para poner a prueba su integridad. Su proceso se puede resumir en las palabras que el mismo declaró:

«Clamo a ti, y no me oyes; me presento, y no me atiendes. Te has vuelto cruel para mí; con el poder de tu mano me persigues. Me alzaste sobre el viento, me hiciste cabalgar en él, y disolviste mi sustancia.»(Job 30:20-22)

Observe que lo que le pasó a Job, nos pasa a nosotros.

Mientras estamos en «el proceso», la sensación que se tiene es de que Dios:

1) No nos escucha.

2) Que está en contra nuestra.

3) Que nos persigue.

Lo cierto es que nada de lo anterior es verdad, excepto lo último, ya que Él si nos persigue y nos acorrala, pero no para destruirnos, sino para transformarnos; y lo hace con el fin de que le conozcamos más y que seamos capacitados para poder obedecerle, así como para entender Sus planes que Él tiene para nosotros.

Siempre que nos mete a un proceso es para «disolver nuestra sustancia»; o dicho de otro modo, lo que busca es desarraigar de nosotros lo que nos impide alcanzar el siguiente nivel al cual nos quiere llevar el Señor.

En todo proceso Dios trata con el carácter para llevarnos a la madurez. Él no busca en nosotros motivar las emociones, ya que la motivación, aunque útil, es temporal y lo emocional no dura. Sin embargo, con un carácter maduro se tiene la capacidad de reaccionar correctamente ante cualquier circunstancia que nos rodee.

Los procesos de Dios:

a) Nos trae promoción,

b) Nos coloca en una plataforma, a partir de la cual somos catapultados a un nivel de mayor autoridad,

c) Nuestra promoción trae juicio en contra del enemigo, y

d) Nos lleva a la puerta de la herencia que el Padre tiene preparadas para nosotros.

Así que amados hermanos, ¡que no nos asusten las crisis! Son para forjarnos y prepararnos para algo mejor que nos espera. ¿Estamos dispuestos a pasar por el proceso de Dios?∞

-Publicado en octubre 2015-

Ámalos, pero no seas como ellos

Por: Aridait Candanoza.-

Cuando el profeta Zacarías dijo: «no seáis como vuestros padres»(Zacarías 1:4), es claro que se estaba dirigiendo a una nueva generación: a la de los hijos. ¿Por qué? Porque aunque sus padres se habían apartado de Dios, no significaba que ellos iban a quedar a la deriva, pues para Dios ellos eran «punto y aparte».

Si los padres son un fracaso, Dios no se inmuta para decirle a los hijos: «no seáis como vuestros padres». De hecho, siempre que Él quiere hacer algo, no es raro que al que llama lo primero que le pida es que rompa con el pasado. A Abraham le dijo: «Vete de tu tierra y de tu parentela…»(Génesis12:1)

La indicación que recibe cada varón que se inicia en el matrimonio es «que deje a su padre ya su madre»(Génesis 2:24), pues sólo así, cortando el cordón umbilical, podrá alcanzar su máximo potencial en su condición de casado y es la única manera que deja de estar sujeto a sus padres para formar su propio hogar siendo independiente.

No se trata de repudiar a los padres, ya que por ellos estamos aquí. Sin embargo, si ellos «la regaron y cosecharon viento y tempestad» ¿por qué repetir la historia? Si ellos no caminaron en el temor de Dios, ¿por qué seguir su ejemplo? Si ellos anduvieron en pecado, no tenemos qué hacer lo mismo. Aunque les debemos honra, no significa que estamos obligados a vivir como ellos.

El «No seáis como vuestros padres», es un llamado para no repetir la misma historia de fracaso generación tras generación. Es un llamado que nos invita a romper el modelo que ellos nos heredaron: Si fueron idólatras, borrachos o adúlteros, nosotros no tenemos por qué ser así.

Basados en que «…el hijo no llevará el pecado del padre ni el padre llevará el pecado del hijo…»(Ezequiel18:20), podemos asegurar que cuando Dios quiere tratar con los hijos, el único requisito es que ellos acepten. El pecado de los padres no es un impedimento para que Dios pueda glorificarse en los hijos.

El apóstol Pedro nos insta a que «ciñamos los lomos de nuestro entendimiento y que seamos sobrios… sabiendo que fuimos rescatados de la vana manera de vivir que recibimos de nuestros padres…».(1Pedro 1:18)

Así que, mi amado hermano, si tus padres son hombres de Dios y caminan en justicia, eres muy privilegiado: en ese caso, no dudes en sujetarte de ellos; pero si viven sin tomar en cuenta la voluntad de Dios, tampoco dudes en no ser como ellos: ¡debes amarles y honrarles, pero sin imitarles!

Siempre recuerdo el consejo que nos dio el la secundaria un conferencista llamado Martín Núñez. Él nos dijo: «Ama a tus padres, honra a tus padres, obedece a tus padres, pero no cometas las tonterías que ellos cometen».

¿Estamos dispuestos a romper con las malas costumbres, hábitos y maldición que practicaban nuestros padres?∞

-Publicado en septiembre 2015-

Espíritu de mentira

Por: Aridait Candanoza.-

La mentira confunde, desvía, enreda y mata. No la admitas en tu corazón y no la publiques con tu lengua

Cuando Acab invitó a Josafat para que lo ayudara a recuperar la ciudad de Ramot de Galaad (la que había sido tomada por los sirios), Josafat le sugirió que antes de enfrentar la batalla primero consultaran la Palabra de Jehová. Y para ello, Acab consultó sus profetas, los cuales profetizaban (todos) diciendo: «Sube y serás prosperado».

No perdamos de vista que esos profetas estaban al servicio de Acab. A él le gustaba escucharlos porque ellos «le endulzaban el oído». Siempre le profetizaban «cosas buenas».

Estos profetas, aunque procedían de la Escuela Profética de Elías, se habían corrompido por la influencia de Jezabel.

Josafat pudo discernir el problema y preguntó: -«¿Hay aún aquí algún profeta de Jehová por el cual consultemos?(1Reyes 22:7), a lo que Acab respondió: -«Aún hay un varón por el cual podríamos consultar a Jehová, Micaías hijo de Imla; mas yo le aborrezco, porque nunca me profetiza bien, sino solamente mal.».(v.8)

Como quiera que sea, lo trajeron. Al llegar con Acab, Micaías le contó una visión que había tenido, la que describe así: -«Yo vi a todo Israel esparcido por los montes, como ovejas que no tienen pastor, y Jehová dijo: «estos no tienen señor; vuélvase cada uno a su casa en paz».(v.17)

Entonces el rey de Israel dijo a Josafat, «¿no te lo había yo dicho? Ninguna cosa buena profetiza él acerca de mí, sino solamente mal»(v.18)

Entonces Micaías le dijo: -«Oye, pues, palabra de Jehová: “Yo vi a Jehová sentado en su trono, y todo el ejército de los cielos estaba junto a él, a su derecha y a su izquierda”. Y Jehová dijo: ¿Quién inducirá a Acab, para que suba y caiga en Ramot de Galaad? Y uno decía de una manera, y otro decía de otra. Y salió un espíritu y se puso delante de Jehová, y dijo: -“Yo le induciré”. Y Jehová le dijo: -“¿De qué manera?” El dijo: – “Yo saldré, y seré espíritu de mentira en boca de todos sus profetas”. Y él dijo: -“Le inducirás, y aun lo conseguirás; ve, pues, y hazlo así”».(v.19-22)

Finalmente, el espíritu de mentira logró su objetivo: indujo a Acab y lo arrastró a la muerte(v.32-37). En 1Reyes 21:25-26 se nos aclara que Acab se vendió para hacer lo malo ante los ojos de Jehová y que fue en gran manera abominable caminando en pos de los ídolos, lo cual es el ambiente perfecto para que el espíritu de mentira pueda hacer lo que quiera.

Así que, amados hermanos, si no queremos que la mentira nos arrastre a la muerte, desechemos la idolatría y no nos vendamos para hacer lo malo. En Ezequiel 14:1-11 se nos advierte que cualquiera que pone a sus ídolos en el corazón y viene a consultar a los profetas, Jehová le responderá conforme a la multitud de sus ídolos. En otras palabras, el idólatra escuchará lo que él quiere oír, pero al no ser la verdad, es arrastrado a la muerte.

Así que, no nos engañemos. Es mejor recibir la corrección aunque nos duela. La mentira confunde, desvía, enreda y mata. No la admitas en tu corazón y no la publiques con tu lengua.∞

-Publicado en agosto 2015-

¿Dios ama al pecador?

Por: Aridait Candanoza.-

Es casi seguro que usted ha escuchado la expresión: «Dios ama al pecador, pero aborre-ce el pecado». Ésa expresión se ha hecho muy popular y normalmente es usada con el propósito de animar a la gente para que se acerque a Dios con confianza; por lo cual, por supuesto, tiene una buena intención.

Sin embargo, ¿es verdad esta declaración siempre? ¿Es cierto que Dios todo el tiempo aborrece el pecado, pero nunca deja de amar al pecador? De manera general, es verdad que Dios ama a la gente (que es pecadora, ya que no hay justo ni aun uno), y desde esa perspectiva es verdad: «Dios ama al pecador».

En Romanos 5:8 se ratifica lo anterior: «…Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros».

Juan 3:16 declara que: «Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna».

Primera de Juan 4:10, añade: «En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados».

Así que no se discute que de manera gene-ral Dios ama a la humanidad; y como ya se dijo, toda la humanidad es pecadora. Sin embargo, de manera específica, la Biblia es clara: «[El que] rehusa creer en el Hijo de Dios no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él».(Juan 3:36)

En el Salmo 138:6 se aclara que «…Jehová es excelso, y atiende al humilde; mas al altivo mira de lejos».

En el Salmo 5:4-6 David declara: «Porque tú no eres un Dios que se complace en la maldad; el malo no habitará junto a ti. Los insensatos no estarán delante de tus ojos; aborreces a todos los que hacen iniquidad. Destruirás a los que hablan mentira; al hombre sanguinario y engañador abominará Jehová».

En Jeremías 7:28-31, donde se habla de toda una generación de Israel que no quiso oír la voz de Dios, el Señor le dice al profeta: «… levanta llanto sobre las alturas; porque Jehová ha aborrecido y dejado la generación objeto de su ira».

¿Se da cuenta? Dios no ama a todos los pecadores; algunos son objeto de su ira.

Mi intención no es generar temor, sino que entendamos lo que realmente enseñan las Escrituras. En Romanos 11:22, se nos advierte: «Mira, pues, la bondad y la severidad de Dios; la severidad ciertamente para con los que cayeron, pero la bondad para contigo, si permaneces en esa bondad; pues de otra manera tú también serás cortado».

Su amor es fiel, pero no le tentemos.∞

Hay más tiempo que vida

Por: Aridait Candanoza.-

«Hay más tiempo que vida».

Creo que muchos de nosotros hemos escuchado esta expresión. Pero si nos damos cuenta, esta expresión siempre se usa para solapar nuestras negligencias y hacer caso omiso a actuar y tomar cartas en el asunto sobre lo que vivimos y enfrentamos a diario.

Este dicho encierra una gran verdad, ya que el tiempo es parte de la eternidad: «hay más tiempo que vida». Pero los días del hombre en esta tierra son como nada comparado con la eternidad. Es por eso que en esta ocasión quiero considerar dos aspectos de vital importancia en la vida del ser humano.

La Biblia dice:«Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora»(Eclesiastés 3:1). Pero debemos recordar que nuestros actos de hoy tienen un fruto el día del mañana; lo que sembremos hoy, cosecharemos en un futuro.

El tiempo pasa volando y cuando nos damos cuenta, ya transcurrieron los años y se nos va la vida sin hacer nada productivo para nuestro propio bien.

Mi consejo para todo joven es aprovechar al máximo el vigor de su juventud, trabajar y superarse para tener un mejor futuro.

La mala aplicación de la idea que «hay mas tiempo que vida» ha llevado a mucha gente a vivir una vida de escasez o trabajar a una edad elevada.

En este país es muy fácil identificar quién aprovechó su juventud y quién no la supo aprovechar, ya que muchos ancianos viven de su pensión, mientras que otros sólo sobreviven.

En el área espiritual, muchos se niegan a buscar a Dios y entregarle su corazón, diciendo que «hay mas tiempo que vida», y por ahora quieren vivir y disfrutar su juventud.

Pero Dios hace un llamado en su Palabra —sin excepción de personas ni de edades—, diciendo:«Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano»(Isaías 55:6).

Es muy doloroso saber que hay gente muy joven que ha muerto sin haber entregado su vida a Cristo. Otros, sin embargo, ya han llegado a la vejez y aún así no buscan de Dios.

Pero vosotros, amados lectores, es verdad que «hay más tiempo que vida», pero nuestra vida no tiene mucho tiempo. Así que, ¡apro-vechémoslo al máximo, trabajemos como si fuéramos eternos en esta tierra y busquemos a Dios como si hoy fuera el último día de nuestra existencia!

¿Estamos dispuestos a hacerlo?∞

El poder de las palabras

Por: Aridait Candanoza.-

Las culturas occidentales en general son muy poco cuidadosas en su forma de hablar y de comunicarse. En nuestra educación no se forma un sentido de responsabilidad por lo que decimos.

Lo cierto es que si llegamos a entender que todo lo que Dios creó lo hizo usando únicamente Sus palabras, entonces podremos vislumbrar la importancia que éstas tienen en el orden del funcionamiento de todo lo que existe.

Y es que las palabras no sólo transmiten conceptos o ideas, sino que además establecen ambientes de luz o de tinieblas, dependiendo de qué fuente vengan.

Las palabras también transmiten entidades espirituales. Sólo póngase a pensar lo que le provoca a una persona el recibir palabras de amenaza o la declaración de una enfermedad mortal; o si lo prefiere, observe cómo cuando las palabras de un padre son necias, literalmente pueden inutilizar a sus hijos para toda la vida.

Vea cómo la gente se enamora, se pelea, se compromete, rompe relaciones, se quita la vida… y todo, por lo que oye. Esta es la prueba de que lo que sale no son solo verbos y oraciones, sino luz o tinieblas.

En toda la Biblia podemos encontrar ejemplos donde el hablar fue determinante para dar vida o para dar muerte. Observe que cuando Dios confrontó a Adán, no le dijo: -«¿Por qué comiste del árbol prohibido?». Sino que le dijo: -«Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol que te mandé diciendo: “No comerás de él”; maldita será la tierra por tu causa».(Génesis 3:17)

Si observamos fijamente, el problema no fue la mujer en sí, sino el hecho de haber dado oído a una voz incorrecta.

Así que, el origen de toda la miseria humana que hoy existe, tuvo que ver con las palabras. Palabras que tuvieron como fuente a las tinieblas.

Con tanta razón, la Escritura nos advierte diciendo: «Del fruto de la boca del hombre se llenará su vientre; se saciará del producto de sus labios. La muerte y la vida están en el poder de la lengua, y el que la ama comerá de sus frutos».(Proverbios 18:21)

¿Ya observó? Si las palabras pue-den dar fruto es porque en ellas obra un poder, que puede ser de vida o de muerte. Jesús dijo: «las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida».(Juan 6:63)

Por otro lado, Jesucristo advirtió que de toda palabra ociosa que hablemos daremos cuenta.(Mateo 12:36-37) ¿Ahora entendemos por qué debemos ser responsables de cada palabra que salga de nuestra boca?

Por eso es bueno tomar en cuenta las palabras del sabio y filósofo Renato —o René Descartes— cuando dijo: «pienso, luego existo», dando a entender que debemos de pensar las cosas antes de hablar, ya que una sola palabra es suficiente para causar la muerte o el dolor de toda una vida.∞

Vence con el bien…

Por: Aridait Candanoza.-

En las novelas y películas, el personaje central siempre es presentado de tal forma que lo veamos como «el bueno» y como «un héroe». La trama es llevada de una manera astuta para que todo lo que haga o diga se justifique —Él puede mentir, emborracharse, adulterar, pelearse, odiar, tener preferencia sexual distinta, etcétera—.

No importa lo que haga. Si se pelea, la idea que nos transmite no es violencia, sino de justicia, ya que él sólo se defen-dió. Si fornica, se le ve tan romántico y tan lleno de amor, que inspira a los que lo ven a que sean como él. Si mata, no se le ve como asesino, sino como el que acabó con una «lacra».

En esencia, el mensaje de los superhéroes de las novelas y de las películas es que los «buenos» tienen permiso de hacer lo que quieran porque dan a entender que como lo que hacen es para «bien», debemos dispensarlos y apoyarlos.

¡Y claro está! todos los que se identifican y son inspirados por esos personajes, quedan con la idea de que ellos pueden hacer lo mismo. Sin embargo, esa forma de pensamiento es una vil mentira, ya que querer disipar las tinieblas con más tinieblas, es como querer apagar un incendio echándole gasolina.

Pablo nos dice, «No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal»(Romanos 12:21). ¿Ya tomó nota? La única arma que puede vencer al mal es el bien. Pero «el bien», desde la perspectiva divina, no está necesariamente en consonancia con lo que el mundo enseña acerca de lo «bueno».

El bien —de acuerdo al Cielo— sólo es bueno si tiene el sello de la justicia de Dios. ¿Entendemos eso? Por ejemplo, sabía usted que una de las principales características que debe distinguir a un pastor es la reconciliación? Si el pastor es lastimado y permite que el resentimiento se anide en él y deja de hablar a quienes le ofenden, su unción de reconciliación se apaga. En esos casos, el sabio consejo de Pablo es: «…si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber…»(Romanos 12:20).

El perdón, y dejar la justicia en las manos de Dios, siempre será el mejor camino.

El odio se vence con el amor genuino, la mentira con la verdad, lo tacaño se derrota cuando tomamos la decisión de dar, la blanda res-puesta quita la ira, y la hipocresía es vencida con la honestidad. En fin, el mal  únicamente se puede vencer con el bien.

¿Estamos dispuestos a tomar la decisión de hacer siempre el bien?∞