Por: Moisés Gómez
Luego de que el viernes 22 el presidente de los Estados Unidos de América, Donald Trump, emitiera un mensaje a la nación declarando a las iglesias como recintos de servicios esenciales y que estas debieran reabrir este fin de semana, la respuesta por parte del gobernador del estado minesotano, Tim Walz, no se hizo esperar.
Al día siguiente, el mandatario estatal comunicaba a la entidad que a partir del próximo miércoles 27 de mayo las iglesias podrán reabrir sus servicios religiosos cuidando en todo momento las medidas de seguridad implementadas por los Centros Federales para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) y el Departamento de Salud de Minnesota (MDH, por sus siglas en inglés). [ver: Las iglesias podrán reabrir con un 25% de su capacidad y con medidas de seguridad]
«Comenzando el 27 de mayo los lugares de culto en Minnesota pueden abrir con una ocupación del 25% a partir del miércoles si siguen el distanciamiento social y otras pautas de salud pública para mantener seguros a los feligreses», dijo el gobernador Walz.

Sin embargo, recomendó fuertemente que las iglesias consideren si es necesario abrir pronto puesto que el número de casos sigue incrementándose y el pico de la curva aún no se alcanza [se espera hasta el verano].
«Desde una perspectiva de salud pública y personal, la decisión en torno a los lugares de culto ha sido un reto desde el comienzo de la pandemia. Sabemos que grandes concentraciones de personas elevan el riesgo de propagación de COVID-19. También sabemos que la adoración es una parte esencial de la vida de muchos habitantes de Minnesota, incluyendo la mía», comentó el mandatario.

COMIENZA LA TOMA DE DECISIONES
Aunque vivimos en un estado considerado como “cultura fría”, la comunidad hispana ha sido una de las que ha sufrido mucho el “distanciamiento social” por ser considerada como “cultura caliente” y esta necesita de la convivencia social para subsistir.
La noticia de tratar a las iglesias como lugares esenciales trajo mucha alegría a la comunidad cristiana del estado pues, para muchos, había sido motivo de crítica para el gobierno.
Sin embargo, la noticia de que próximamente se reabrirían las iglesias, además de alegría trajo confusión e incertidumbre sobre los que se avecina para la iglesia latina.
Algunas iglesias, mayormente las que cuentan con edificio propio, se preparan para abrir en las próximas semanas; algunas otras se han vuelto más conservadores y esperarán todo el mes de junio para hacerlo. Pero, la gran mayoría de nuestras iglesias latinas rentan una iglesia americana y están supeditadas a los tiempos de apertura que estas decidan.
Lo que sí es un hecho es que desde este sábado las iglesias que aún no se habían sentado a decidir qué van a hacer, han estado en constantes reuniones para definir que es lo que sigue en su agenda.
TOMAN EN SERIO LAS MEDIDAS DE SEGURIDAD
Ministerios Internacionales Ríos de Agua Viva, ubicada en el 940 Reaney Ave, en St. Paul, Minnesota, es una de las iglesias que se ha estado preparando desde antes del 18 de mayo, fecha en que se tenía contemplada el fin de la orden “quédate en casa”. Para cuando el gobernador del estado estaba dando la nueva orden de reabrir la iglesia con las limitantes de cupo y las medidas de seguridad, la iglesia Ríos de Agua Viva ya llevaban muchos días de preparación.

«Hemos estado preparándonos con todas las medidas de seguridad implementadas por el gobierno», dijo el pastor de la iglesia, el doctor Luis Rivera.
«Desde entonces hemos venido haciendo encuestas a los miembros de la iglesia para conocer si asistirían a la iglesia o continuarían en casa cuando la orden de reapertura entrara en vigor», continuó.
«Los miembros tienen la opción de ir o no ir, eso incluye a supervisores y líderes de confianza de la iglesia. Somos conscientes de que lo más importante es su integridad», continuó Rivera.
«Hemos estado dando entrenamiento intensivo virtualmente [Zoom] a todos nuestros ujieres quienes serán el filtro para permitir la entrada de las personas a la iglesia», continuó el pastor.
«La entrada y salida del templo es diferente para evitar el desorden y que los ujieres puedan realizar su labor», agregó Rivera.
Aunado al entrenamiento, no solo de los ujieres, sino de los voluntarios que forman parte de la logística para transmitir sus servicios en línea semanalmente, se encuentran las medidas de seguridad que han optado para garantizar la integridad de los que deseen asistir a los servicios presenciales de RAV:
- Gel antibacterial en diferentes locaciones del santuario
- Distancia entre sillas de seis pies entre cada una de ellas
- Se tomará la temperatura de los que asistan y se realizará un cuestionario de rutina
- No se aceptará a nadie con síntomas de cualquier índole
- Todos deberán usar mascarilla.
- Charolas con líquido desinfectante para los zapatos
- Desinfección del santuario entre servicios con vaporizadores desinfectantes industriales
- Desinfección de los baños
- No habrá cuidado de niños
- NO habrá consejerías personales
- No permitirán la entrada a personas vulnerables ni mayores de 62 años
- Tendrán cartelones inglés-español con el mensaje de NO abrazos, besos y saludos de mano, así como recordar el distanciamiento social
- Circuito cerrado en el sótano el templo con capacidad para 30 personas máximo

«Queremos cuidar hasta el mínimo detalle para evitar el contagio del virus», comentó la pastora Zaira Rivera.
«Estamos creando conciencia en nuestra iglesia de las precauciones que debemos tomar y que todos los que asistan las cumplan», agregó
CULTURIZAR A LA GREY
En estos tiempos de pandemia, la celebración de los cultos ha cambiado significativamente. La mejor manera de definirlo en muchas de las predicaciones que semana a semana se realizan en las redes sociales es ‘estamos volviendo a la iglesia primitiva, la que se reunía en casas’.
Ante esta nueva cultura, los pastores de las iglesias latinas se han convertido en los “culturizadores” de sus propias congregaciones.
«Lo que estamos viviendo es una nueva cultura y nosotros tenemos el deber de culturizar a la grey», comentó el pastor Rivera.
«La fe no está peleada con el orden y las iglesias somos una entidad que debe vigilar que se cumplan las leyes espirituales y las leyes y normas terrenales», continúa.
«Somos ciudadanos y debemos ser responsables», agregó.
Ante este nueva “culturización”, la iglesia se ha enfrentado a la amarga experiencia de la desinformación dentro de un mundo cibernético saturado de mucha información. Se ha caído en el error de asumir que no es importante informarse correctamente, o peor aún, acatar las órdenes oficiales.
«Los pastores somos entes que representamos el orden y debemos respetar las leyes de nuestro país», afirmó Rivera, quien tiene un doctorado en teología.
«Debemos ser facilitadores sociales y NO personas o grupos subversivos», agregó.
Y así, mientras la historia se sigue escribiendo alrededor del COVID-19, las iglesias latinas tienen en frente la gran oportunidad de levantarse como una iglesia culturizada y con la ideología de ser un ente social responsable y facilitador de la fe, el orden y el bienestar social.
NOTA: Si usted necesita las guías de seguridad favor de seguir este link: worship-guidance