Por: César Cajas.-
Quiero empezar este blog compartiendo un tema que ha causado un impacto en mi vida, tanto en lo espiritual como en lo físico: la alimentación.
Por mucho tiempo me he preguntado: ¿qué dice la Biblia acerca de cómo alimentamos nuestro cuerpo? Esta pregunta me llevó en primer lugar a Génesis 1:11-12, donde dice: «Y dijo Dios: “¡Que haya vegetación sobre la tierra; que esta produzca hierbas que den semilla, y árboles que den su fruto con semilla, todos según su especie!» Y así sucedió. Comenzó a brotar la vegetación: hierbas que dan semilla, y árboles que dan su fruto con semilla, todos según su especie. Y Dios consideró que esto era bueno.» (NTV)
Quiere decir que si en el principio Dios creó los cielos y la tierra y dio una orden a la tierra para que produjera arboles y plantas que dieran fruto, entonces esto me lleva a la conclusión que aún Dios, desde el principio, pensó en nuestra alimentación. Dios jamás crearía algo para que nos hiciera daño, porque Su deseo es tenernos sanos; es por eso todo lo que Él creo fue bueno.
Pareciera algo obvio, pero no lo es.
Cuando terminé mis estudios en la secundaria, uno de mis proyectos para graduarme se trató de desarrollar un método para conservar tomates; en otras palabras, tuvimos que buscar una forma para lograr que los tomates tuvieran un tiempo de vida útil, es decir, que duraran más tiempo antes de ser sometidos a un proceso de cocción. Recuerdo que usamos el vinagre como conservante y así descubrimos cómo nuestros tomates duraron cerca de un mes sin sufrir un daño en su composición.
Fue en ese preciso momento donde la pasión y el interés por conocer la tecnología de los alimentos se despertó dentro de mí.
Es impresionante saber que Dios, tan Supremo y Creador de todo lo bueno, pensó detalladamente en la alimentación de sus hijos tanto para el espíritu como para el cuerpo; y es aquí donde quiero hacer hincapié, ya que muchas veces por desconocer las propiedades o nutrientes que contienen ciertos alimentos no los consumimos en nuestra dieta diaria. El resultado: enfermedades, malos hábitos alimenticios, etc.
Creo que sucede exactamente lo mismo en lo espiritual, ya que por desconocer el poder de vida que tiene la palabra de Dios, muchas veces no la leemos diariamente y nos enfermamos porque nuestro espíritu carece de ese potencial divino de nutrientes que solo se encuentran en Su palabra.
Actualmente estoy en el segundo trimestre de mis estudios teológicos en University of Supernatural Ministry (USM) del Ministerio Internacional El Rey Jesús, y una de las clases que estoy cursando finalmente ha traído la respuesta a la pregunta que por mucho tiempo me hice: Qué dice Dios acerca de nuestra alimentación.
Uno de mis profesores, el doctor Pete Sulack, autor del libro “Unhealthy Anonymous”, nos dijo en una de sus clases online que «existen tren pilares en la salud: dieta, ejercicio y descanso»; y me pareció interesante compartir contigo acerca de los fundamentos, tanto bíblicos como científicos, que afirman este principio compartido por el Dr. Sulack. Así es que, te invito a que me sigas en estos próximos editoriales que estaré escribiendo al respecto.
Mientras tanto, quiero hacer una pausa para darle gracias a Dios porque ahora entiendo el por qué me permitió estudiar la tecnología de los alimentos. Creo que Dios me venía preparando desde mi adolescencia para llegar a este momento de mi vida en donde puedo, a través de estas líneas, bendecir a todos los que lean este artículo acerca de este tema que es de suma importancia en nuestro caminar con Jesús. No es casualidad que usted esté leyendo este editorial; todo tiene un porqué; ¡todo tiene un propósito! Todo lo que Dios crea es para suplir una necesidad: los arboles, los vegetales, los frutos, etc., fueron creados para suplir la necesidad de alimentarse.
Bienvenido a esta saludable aventura, llena de frutas y vegetales, calorías y ejercicios que te llevarán a cuidar lo que Dios puso en tus manos para que lo administres con excelencia: tu cuerpo y tu salud.
Hasta la próxima ….
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