Por: RGO.-
La modernidad terminó con la década de los 50’s del pasado Siglo XX y se inició la post-modernidad. A la post-modernidad se ha sumado la neomoralidad. Antes se hablaba de la ética bajo tres conceptos:
•moral •inmoral •amoral,
es decir, lo bueno, malo y neutro (ni bueno ni malo). Hoy por hoy las cosas se están invirtiendo o alrevesando. El profeta Isaías se anticipó 700 años a de C., para referir y condenar tales situaciones irregulares. En el Capítulo cinco de su libro, donde trata los ayes o lamentos sobre los malvados, los versículos 18 y 20 dicen lo siguiente: «¡Ay de los que traen la iniquidad con cuerdas de vanidad, y el pecado como coyundas de carreta… Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo!»
Entendamos «iniquidad» por «maldad» y «vanidad» por «descaro»; mientras que «pecado» es algo que esclaviza y significa «errar al blanco». Lo de «cuerdas» y «coyundas» conllevan la idea de fuertes ataduras.
¡Qué triste y lamentable es, entonces, lo que dice William MacDo-nald sobre «aquellos que borran las distinciones morales, negando la diferencia entre lo bueno y lo malo»!
Así las cosas actualmente —y más que nunca—, no nos sorprenda la deslealtad e hipocresía al amigo, deshonestidad, envidia, celo, hurto de ideas (cuando «robarlas es peor que robar dinero»), competitividad mal intencionada, denigración y descrédito; lo que muestra a toda luz que se vive conformado al espíritu de este nuevo siglo: con engaño, inmoralidad, impiedad, egoísmo, violencia y rebelión. Al respecto, se cuenta de 2 amigos que andando por el bosque los persiguió un oso queriéndoles hacer daño. Ambos corrieron tratando de escapar de sus garras, pero uno tropezó en tanto que el otro se subió a un árbol poniéndose a salvo. El caído se hizo el muerto, conteniendo aún la respiración. El animal lo olfateó y se retiró. El del árbol se bajó y le preguntó al amigo que seguía tirado: -«¿qué te dijo el oso?», a lo que contestó: -«me dijo que qué mal amigo eres».
Por otra parte, y dicho en el vocabulario político del momento mismo que vivimos: es público y notorio el narcotráfico, crimen organizado, contrabando de órganos, trata de blancas, fraudes millonarios escandalosos (FIFA), etc., etc., los secuestros que Pablo menciona en 1 Timoteo 1:10ª, Éxodo 21:16, Deuteronomio 24:7 que aún se siguen cometiendo, incluyendo los llamados lujosamente «exprés» y los divorcios quincenales. Amén de muchos otros actos delictuosos condenables enlistados en Romanos 1:18-2:16.
La conclusión del tema te la dejo a ti, amado lector, para que leyendo con detenimiento Isaías 33:15,16; IICorintios 6:14-7:1; Efesios 4:17-5:20; Tito 2:11-14, simplemente recuerdes que aunque seguimos en el mundo no somos del mundo, por lo que no hemos de amarlo, ni las cosas que en él están(IJuan 2:15-17) y se hacen.∞