Por: RGO.-
La tipología, según William MacDonald, es que «ciertas personas, sucesos y cosas son claramente identificadas en el Antiguo Testamento como tipos ó figuras, y símbolos en el Nuevo Testamento».
Por tanto, consideremos a los seis prototipos en vista de que el prefijo «proto» significa prioridad, preeminencia o superioridad.
Adán, de quien Romanos 5:12-21 afirma ser un tipo o figura de Cristo —más por vía de contraste que de similitud—. Se le menciona como un ser histórico, antepasado de Jesús(Lucas 3:38); primer hombre (1Corintios 15:45-47 y 1Timoteo 2:13,14) y un ser real.
Melquisedec, un personaje misterioso que aparece y desaparece de repente(Génesis 14:18-20); cuyo sacerdocio es perpetuo(Salmo 110:4 y Hebreos cap. 7), viviente o eterno. Así que representa a Cristo preexistente y se constituye en figura de su sacerdocio imperecedero frente al de Aarón y el levítico.(Hebreos 5:1-10 y 6:20)
Isaac, por haber sido ofrecido en sacrificio por su padre Abraham —aunque en sentido figurado o no consumado—(Génesis 22:1-19 y Hebreos 11:17-19) y sí el de Jesús, según Juan 3:16. Además, porque ambos jamás salieron de Palestina. También por su devoción, humildad y sumisión destacables.
Judá, porque a la luz de Génesis 37:26 se impuso a sus hermanos a que en vez de matar a José lo vendiesen a los Ismaelitas. Y posteriormente al responsabilizarse con su vida de llevar y regresar a Benjamín a Egipto(43:8,9). Según 49:8-12, dice el Diccionario Bíblico que «habiendo perdido Rubén su primogenitura, Judá llegó a considerarse como el jefe de los hijos de Jacob y fue progenitor de David perteneciendo el Salvador a su descendencia real».
José, del que MacDonald —ya citado— comenta: «No hay referencia explícita como tipo del Señor Jesús; pero sí más de cien similitudes entre ellos». Le antecede F.B. Meyer para decir: «consideremos juntos la historia de José; y al hacerlo, veremos muchas veces prefigurado a Aquél que fue echado en el pozo de la muerte, pero que ahora está sentado a la diestra del Padre como un Príncipe y un Salvador. La vida de Jesús está reflejada de una manera notable en la vida de José».
Josué, acerca del cual Alan Redphath dice: «todo lo que había en Canaán fue puesto en manos de él como depositario del pueblo, pues era su responsabilidad dividir y repartir la tierra a medida que cada tribu se adelantaba a demandar su parte; lo que se cumple perfectamente en el Señor Jesucristo, ya que a Él se le ha dado toda bendición espiritual que mantiene en custodia hasta que lo reclamemos».
W. J. Deane opina de Josué como tipo que «el misterio comienza con su mismo nombre llamado primeramente Oseas —Salvación—, y enseguida Jehosué o Josué —salvación de Dios o Jehová el Salvador—, nombre que confirma que Jesús era el que había de salvar de sus pecados al pueblo, trayéndolo a la Canaán Celestial y preparándole mansiones en la casa de su Padre».
Aprendamos pues de estos personajes ejemplares que reflejaron a futuro la Simiente Santa de Génesis 3:15, a modelar en Ella, semejantes a «Cristos chiquitos», llevando a cabo la perenne misión hasta su regreso o Segunda Venida.
Amén.∞