Por: RGO.-
EN MATERIA DE ADORACIÓN Y PREDICACIÓN hay dos planes que son usados a discreción por los cristianos, según su enfoque: el plan antiguo o litúrgico y el plan libre. El primero difiere en sus elementos del segundo, por ser éste demasiado formal y detallado. Vea el siguiente calendario anual:
Pero al transcurrir el tiempo muchas iglesias reaccionaron por el abuso idolátrico, al darle a cada día del año el nombre de un santo. Hoy en día sólo observan la pascua y la navidad; y rara vez incorporan otros elementos como la cuaresma, que abarca, al final, la semana santa o semana de la pasion, caracterizada por las conme-moraciones diarias anteriores a la resurrección de Cristo. A saber:
– Domingo de ramos, la entrada triunfal de Cristo a Jerusalén
– Lunes, la purificación del templo
– Martes, las controversias de Jesús con sus enemigos
– Miércoles, sus discursos en el aposento alto
– Jueves, la cena del Señor
– Viernes, la crucifixión
– Sábado, Jesús en la tumba
Por mera costumbre o tradición. La Biblia sólo ordena practicar dos actos festivos simbólicos: el Bautismo (Mateo 3:13-17) y la Cena del Señor (Mateo 26:26-30 y 1 Corintios 11:23-29).
Por mera asociación con la llamada Semana de la Pasión, que va del ‘Domingo de Ramos’ (la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén) al ‘Domingo de Resurrección’.
Ciertamente Jesucristo fue victoriado, traicionado, abandonado, juzgado, condenado, torturado, crucificado y vuelto a vivir; pero nada de eso en conjunto, ni en parte, se nos manda conmemorarlo, aunque si predicarlo y enseñarlo.
Por mera religiosidad y economía, como una fiesta más de tantas sin fundamento escriturario.
De esta manera la gente se prepara mediante oración, ayuno y reflexión para el domingo de resurrección y demás eventos procedentes; aunque todo depende de cual sea su plan de adoración, litúrgico o libre.∞