Jueces 4:1-21
Por: Pastora Dora Quirarte
Dice la palabra de Dios que cuando muere Josué, el pueblo de Israel comenzó a adorar a ídolos al igual que la gente de Canaán. Tal fue la desobediencia de los israelitas que Jehová dejó que el rey cananeo, Jabín, les causara problemas.
Entonces el pueblo de Israel le suplicó a Jehová que los ayudará y Jehová les dio un nuevo líder llamado Barac.
Débora envió a llamar a Barac y le dijo:- «¿No te ha mandado Jehová Dios de Israel, diciendo: Ve, junta a tu gente en el monte de Tabor, y toma contigo diez mil hombres de la tribu de Neftalí y de la tribu de Zabulón; y yo atraeré hacia ti al arroyo de Cisón a Sísara, capitán del ejército de Jabín, con sus carros y su ejército, y lo entregaré en tus manos?»
Barac entonces le respondió a Débora: – «Si tú fueres conmigo, yo iré; pero si no fueres conmigo, no iré.» A lo que Débora le dijo: – «iré contigo, pero tienes que saber que tu no matarás a Sísara. Jehová a dicho que una mujer lo matara».
Y Jehová quebrantó a Sísara, a todos sus carros y a todo su ejército a filo de espada delante de Barac; y Sísara descendió del carro y huyó a pie hasta llegar a la tienda de Jael, mujer de Heber Ceneo; y saliendo Jael a recibir a Sísara, le dijo: – «Ven, señor mío, ven a mí, no tengas temor». Y él vino a ella a la tienda, y ella le cubrió con una manta.
Sísara entonces le dijo: – «Te ruego que me des de beber un poco de agua, pues tengo sed». Y ella abrió un odre de leche y le dio de beber y le volvió a cubrir. Y Sísara agregó: – «Estate a la puerta de la tienda; y si alguien viniere, y te preguntare, diciendo: hay aquí alguno? tú le responderás que no».
Sin embargo, Jael tomó una estaca de la tienda, y poniendo un mazo en su mano, se le acercó calladamente y le metió la estaca por las sienes, y la enclavó en la tierra…; y así murió.
¿Por qué te escribo esto, querido lector? Porque considero que hoy Dios le está hablando a las mujeres que en un determinado momento se han sentido menos o que han pensado que nada bueno saldrá de ellas o que están por allí arrinconadas en su casa diciendo: – «Hasta aquí llegué»; y les dice: – «“¡NO! ¡NO! y ¡NO!” “LEVÁNTATE, RESPLANDECE, porque ha venido tu Luz, y la GLORIA de Jehová ha nacido sobre ti”».
Podría decirse que Jael era un ama de casa, sin ningún tipo de poder ni reconocimiento; y, sin embargo, a Jehová le plació usarla para matar a este hombre llamado Sísara, poderoso en su tiempo.
Así es que mujer, usa lo que tienes: dones, habilidades, talentos, etcétera; Jael usó las suyas — moraba en tiendas así es que estaba acostumbrada a hundir estaca de tienda en el suelo con un martillo—, y se convirtió en la heroína que salvó a Israel de las tropas del rey de Canaán.
MUJER, despierta y vístete de tu poder y conviértete en una HEROÍNA.