Por: Dale Hedstrand.-
Ahora que la temporada de Navidad ya pasó, la vida se restablece. Algunos gastaron dinero en aquellos que más aman. Otros probablemente han roto ya los propósitos del Año Nuevo.
Pero ahora, el pago de las facturas de los pasados meses están llegando. ¿Cómo sucedió esto otra vez? Lo que la gente no se da cuenta es que la deuda es un síntoma de algo más profundo que necesita curación. Deudas después de las vacaciones es un signo de un dolor más profundo que debe ser tratado.
CAUSAS DE LA DEUDA
En primer lugar, hay una falta de autodisciplina. Se cae presa de gastar. Se utilizan las compras como una recreación. Se olvida esa pequeña frase: «Yo no elijo permitir».
Pero se tiene que enfrentar la situación. Retire la tentación de su entorno. Evite las tiendas como si contienen la plaga «Ébola». No vaya a visitar el concesionario de coches bajo la excusa de: «sólo para ver». «Mirar» es la puerta a la falta de autodisciplina financiera.
En segundo lugar, la deuda muestra una falta de satisfacción. Se vive descontento con lo que tenemos en la vida. Comienzan las comparaciones de nosotros mismos con los demás. Recuerde, siempre hay alguien que tendrá «una nueva…, más grande, más brillante, más rápido, más de moda, mejor montaje, o más características que lo nuestro».
-«Si sólo tuviera un coche nuevo, nuevo mobiliario, nuevo vestido… entonces yo estaría satisfecho», son las frases que comunmente se escuchan. La satisfacción es una decisión. Elegimos estar satisfechos.
En tercer lugar, la deuda surge de una búsqueda de seguridad. Hay muchas cosas diferentes que nos dan seguridad —tener buenas casas, un coche de la familia, un coche más nuevo, vestirse a la última moda—. Al querer mezclarse y ser como los demás, se compran cosas para enmascarar la inseguridad. Dios nos puede bendecir en al menos dos formas: Él puede elevar nuestros ingresos o disminuir nuestros gastos. ¿Qué prefieres?
Cuarta causa de la deuda es una falta de sensación significativa. Queremos sentirnos importantes. Queremos tener un significado con nuestro grupo de iguales. Este fenómeno se ve reflejado en los pequeños concursos de presunción: -«Mi coche es más rápido… Mi música es más fuerte… Mi césped es más verde…» Nuestra búsqueda de significado se refleja en las cosas que están alrededor de nosotros.
La autodisciplina, la satisfacción, la seguridad y la importancia tienen que ver con nuestra autoestima, con cómo somos como personas. El verdadero milagro es el señorío de Jesucristo en la vida del que permite que Él moldee estas cuatro causas. Las soluciones a largo plazo para hacer frente a la deuda en nuestra familia se centra en la obra de Cristo en nuestras vidas.
SANANDO LAS CAUSAS DE RAÍZ
•La autodisciplina. Hechos 11:26 dice: «Los discípulos fueron llamados Cristianos primeramente en Antioquía». Cuando venimos a Cristo, nos hacemos uno a Él. Ahora somos un discípulo bajo un nuevo maestro. La raíz de la palabra discípulo es el mismo que para la disciplina. Nuestra disciplina está ahora bajo el señorío de Cristo. Proverbios 21:21 dice: «El que sigue la justicia y el amor encuentra vida, prosperidad y honor». La autodisciplina viene de hacer decisiones correctas, la primera de las cuales es la decisión de quién es el Señor de nuestra vida.
Es el apóstol Pablo quien dijo: -«Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad».(Filipenses 4:12)
•Seguridad. Proverbios 16:16 dice: «Mejor es adquirir sabiduría que oro preciado; y adquirir inteligencia vale más que la plata». Nuestra seguridad se basa en la sabiduría y la comprensión de Dios. Pedro escribió un gran pasaje diciendo que «somos un pueblo escogido, real sacerdocio, nación santa»(1Pedro 2:9) Se ha dicho que los que están en Cristo tienen una seguridad eterna donde no se puede perder la salvación. Así es que, si se puede vivir con seguridad y confianza, sin la adición de «cosas» que nos hacen entrar en deuda.
•Importancia. Una vez más numerosos versículos que tratan este caso. Pedro nos dice que somos un pueblo real. 1Corintios 4:1-7 dice que todos estamos en igualdad de condiciones. Nadie puede jactarse fuera del Señor.
RESUMEN
Venir a Jesús es el primer paso hacia la libertad financiera. Si ya es un seguidor de Cristo y todavía lucha con la deuda, mira las escrituras, tales como Efesios 4:20-24 y Colosenses 3:10-17. Quita los viejos hábitos y revistete del nuevo hombre. Usted puede tener la victoria sobre la deuda.
Dios le recompensará con riquezas que cuentan para la eternidad.∞