El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente. Diré yo a Jehová: esperanza mía, y castillo mío; mi Dios, en quien confiaré.
Salmos 91:1-2 RV
Por: Moisés Gómez.-
Mucho se puede hablar de este tema. Sal y Luz se encargó de tomar los puntos más relevantes desde la perspectiva científica y espiritual.
Los conceptos aquí presentados son meramente informativos y no representan un método para el tratamiento de la depresión.
ÁREA ESPIRITUAL
Tres pastores de la localidad nos dan sus puntos de vista sobre este tema desde una perspectiva espiritual.
“Como somos un todo —espí-ritu, alma y cuerpo—, si una de estas áreas está afectada, las demás también”, dice el pastor Mauricio Dell’Arciprete.
“Yo no puedo trabajar solo”, continúa.
“Necesito asistentes sociales, abogados, terapeutas, especia-listas, etc., para tratar con la depresión”, agrega.
“El pastor debe hacer preguntas para identificar si su problema es espiritual”, dice el pastor Adrián Falgetelli.
“Si sigue con problemas —una vez arreglada el área espiritual—, entonces hay que remitirlo a un especialista
cristiano para que traten las otras posibles causas”, agrega.
“Alguien dijo: ‘El dolor es una pena que lo llevamos en el corazón. El resentimiento es una carga que lo llevamos en las espaladas’”, refiere el pastor Walter F. Chuqimia.
“Siempre tendremos alterna-tivas: o ahogarme en la amargura o salir adelante. Esa es una verdad universal”, continúa.
“Cuando lleguen los proble-mas, tendremos que tomar decisiones”, agrega.∞
CÓMO IDENTIFICAR LOS SÍNTOMAS
Aunque los síntomas varían de persona a persona, los más visibles son los siguientes:
•Sentimientos persistentes de tristeza, ansiedad, o vacío
•Sentimientos de desesperanza y/o pesimismo
•Sentimientos de culpa, inutilidad, y/o impotencia
•Irritabilidad, inquietud
•Pérdida de interés en las actividades o pasatiempos que antes disfrutaba, incluso las relaciones sexuales
•Fatiga y falta de energía
•Dificultad para concentrarse, recordar detalles y tomar decisiones
•Insomnio, despertar muy temprano o dormir demasiado
•Comer excesivamente o pérder el apetito
•Pensamientos suicidas o intentos de suicidio
•Dolores y malestares persistentes, dolores de cabeza, cólicos, o problemas digestivos que no se alivian, incluso con tratamiento
QUÉ DICE LA CIENCIA…
De acuerdo al instituto Nacional de Salud Mental, la depresión es una enfermedad común, pero grave, y la mayor parte de quienes la padecen necesitan tratamiento profesional y medicamentos para mejorar.
Ocasionalmente, todos nos sentimos melancólicos o tristes; pero estos sentimientos, por lo general, son pasajeros y desaparecen en unos días.
Cuando una persona tiene un trastorno depresivo, este interfiere con la vida diaria y el desempe-ño normal de las actividades cotidianas.
Con frecuencia la depresión es disparada por las circunstancias de la vida, tales como la pérdida del trabajo, la muerte de un ser querido, el divorcio, o problemas psicológicos como el abuso o la baja autoestima.
LA BIBLIA NOS ALIENTA
¿Por qué te abates, oh alma mía, y te turbas dentro de mí? Espera a Dios, porque aún le he de alabar. ¡El es la salvación de mi ser, y mi Dios! Mi alma está abatida dentro de mí. Por esto me acordaré de ti en la tierra del Jordán y del Hermón, en el monte de Mizar.
Salmo 42:5
Estamos atribulados en todo, pero no angustiados; perplejos, pero no desesperados; perseguidos, pero no desamparados; abatidos, pero no destruidos. Por tanto, no desmayamos; más bien, aunque se va desgastando nuestro hombre exterior, el interior, sin embargo, se va renovando de día en día. Porque nuestra momentánea y leve tribulación produce para nosotros un eterno peso de gloria más que incomparable; no fijando nosotros la vista en las cosas que se ven, sino en las que no se ven; porque las que se ven son temporales, mientras que las que no se ven son eternas.
2 Corintios 4:8 y 9; 16-18
Jehová es mi pastor; nada me faltará. En lugares de delicados pastos me hará descansar; junto a aguas de reposo me pastoreará. Confortará mi alma; me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre. Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
Salmos 23:1-4
Porque considero que los padecimientos del tiempo presente no son dignos de comparar con la gloria que pronto nos ha de ser revelada.
Romanos 8:18
Y sabemos que Dios hace que todas las cosas ayuden para bien a los que le aman, esto es, a los que son llamados conforme a su propósito.
Romanos 8:28
Por lo cual estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni lo presente, ni lo porvenir, ni poderes, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús, Señor nuestro.
Romanos 8:38 y 39
Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo necesario, abundéis para toda buena obra.
2 Corintios 9:8
Y me ha dicho: “Bástate mi gracia, porque mi poder se perfecciona en tu debilidad.” Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que habite en mí el poder de Cristo.
2 Corintios 12:9
Echa tu carga sobre Jehová, y él te sostendrá. Jamás dejará caído al justo.
Salmo 55:22
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, quien nos consuela en todas nuestras tribulaciones. De esta manera, con la consolación con que nosotros mismos somos consolados por Dios, también nosotros podemos consolar a los que están en cualquier tribulación.
2 Corintios 1:3 y 4
Mi Dios, pues, suplirá toda necesidad vuestra, conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.
Filipenses 4:19∞