Por: Aridait Candanoza.-
Como cristianos decimos que estamos dispuestos a sujetarnos a la voluntad de Dios, y aunque tratamos de hacerlo, muchas veces erramos en el intento. Esto se debe a que no conocemos en realidad cuál es la evidencia de una vida que es gobernada y guiada por el Espíritu Santo de Dios.
En Gálatas 5:22-23, el apóstol Pablo menciona el fruto que evidencia a una persona que vive conforme a la voluntad de Dios. Pero en esta ocasión nos referiremos al capítulo 5:18-22 de la carta escrita a los Efesios, donde el apóstol exhorta: “No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu”.
En este versículo les hace reconocer que el vino es una mala influencia para el ser humano, ya que causa pleitos, contiendas, enemistades, etc… y exhorta a ser llenos del Espíritu.
Una vida llena del Espíritu siempre va a estar de acuerdo, complacida y guiada por él.
Cuatro principios
Vamos a ver cuatro cambios que marcan la diferencia entre una vida gobernada por nuestro criterio y la que es gobernada por el Espíritu:
“Hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones” (V19). Es muy fácil darnos cuenta qué persona está siendo gobernada por el Espíritu ya que “de la abundancia del corazón habla la boca” (Mateo 12:34).
Muchas veces nuestro vocabulario no demuestra que vivimos en el Espíritu, ya que usamos el mismo lenguaje que usa el mundo —sus malos chistes y sus palabras obscenas—. Es necesario que el cristiano sea diferente en su forma de hablar y que la palabra de Dios esté siempre en su boca (Salmos 34:01).
Un cántico nuevo. Mucho más que cantar un cántico nuevo es un cambio que se efectúa en el corazón. Cuando tu corazón haya sido transformado, tu cántico será diferente.
Muchas veces, el cantar a Dios se nos ha hecho una rutina, tanto que se ha perdido ese sentido de derramar nuestro corazón en adoración delante de la presencia de Dios. Recordemos que el Señor es quien cono-ce nuestro interior y sabe de dónde viene nuestro cántico .
Ser agradecido. “Dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo” (V20).
Cuando nosotros agradecemos a Dios, su nombre es glorificado. Y cuando no hay agradecimiento, lo desagradamos (Romanos 1:21). Es necesario reconocer que todo es gracias a Él, y sin Él nada es posible (Santiago 1:17).
Un ejemplo de falta de agradecimiento fue Salomón (Eclesiastés 2:8-11) que se atribuyó a sí mismo sus logros y su corazón se engrandeció; y en cambio David, siempre reconoció la grandeza, provisión y soberanía de Dios.
Como cristianos, debemos ser agradecidos siempre (1 Tesalonicenses 5:18).
Todo aquel que es guiado por el Espíritu se convertirá en siervo (V21).
Sujetaos unos a otros en el temor de Dios. Todo aquel que es guiado por el Espíritu está dispuesto a sujetarse y servir (Mateo 20:28), y todo lo que hace, lo hace con alegría, sabiendo que es para Dios (Colosenses 3:23-24).
Habemos muchos cristianos, pero pocos [de estos] estamos dispuestos a servir.
Te invito a examinar tu vida como cristiano y darte cuenta si estás siendo guiado por el Espíritu o no.
Al hacerlo te darás cuenta que no hay nada mejor que vivir una vida conforme a la
voluntad de Dios. ¡Amén! ∞