(Josué 25:15a)
Por: Pastora Dora Quirarte
Estaba leyendo unas estadísticas que me parecieron muy importante compartirlas en esta ocasión con ustedes:
- Hay un alza alarmante de mujeres solteras a causa de hombres irresponsables que les cuesta fajarse bien sus pantalones y hacer su papel de padres.
- El 90 por ciento de los hijos que huyen de su casa carecieron de la figura paterna.
- Un 85 por ciento de los jóvenes que están actualmente en prisión crecieron sin la figura paterna.
- Hay un 70 por ciento de criminalidad juvenil donde el padre estuvo ausente.
- El 63 por ciento de los jóvenes suicidas o deprimidos tuvieron padres ausentes.
Y yo me pregunto: ¿dónde están esos hombres que cumplen promesas? ¿que hablen verdad? ¿que tomen a su esposa e hijos y digan: PERO YO Y MI CASA SERVIREMOS A JEHOVÁ?.
En Génesis 6 hay una historia de un hombre llamado Noé que Dios lo llamó a construir un arca y le dijo: «he aquí que yo traigo un diluvio de agua sobre la tierra para destruir toda carne». Nadie creyó a Noé, PERO aunque un pueblo NO le creyó, alguién si escuchó el llamado al arrepentimiento, al llamado de juicio de Dios: su familia —su esposa, sus hijos y sus nueras—. Al principio, Jehová solo hablaba con Noé, pero al final Jehová terminó hablando con sus hijos (Génesis 9:8-9).
En este tiempo se necesitan de muchos Noé que se levanten por sus hijos y les instruyan en el camino de Dios. Y no solo eso, sino que también les enseñen a tener una relación personal con Él y que sepan escuchar su voz.
En esta época que estamos viviendo se necesitan hombres que teman a Jehová y en sus mandamientos se deleiten en gran manera y digan: «PERO YO Y MI CASA SERVIREMOS A JEHOVÁ».