Por: Edgar Hernández
Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, 2 en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo; (Hebreos 1:1-2)
Muchos, alrededor del mundo, están escuchando con mucho cuidado a sus gobernantes, doctores, youtuberos, infectados y demás; pero, siguen sin escuchar a Dios. Dios nos ha hablado a través de Su hijo Jesús.
Definitivamente Dios nos está hablando. Los cines, centros comerciales (Mall of America), teatros, deportes, gimnasios, etc. todo eso está cerrado; pero, recuerde que como hijos de Dios lo que no está cerrado es la entrada libremente al Padre Celestial.
Hebreos 4:16 Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.
Pase lo que pase estás y estarás en las manos de Dios y además nada pasa sin su previa autorización porque Él es el Rey de reyes y Señor de todo visible e invisible.
Filipenses 4:6 Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.
La primera acción que debemos de tomar ante cualquier circunstancia en la vida es no estar en un afán. Y ¿Qué es afán? Afán: Apuro, aprieto o necesidad extrema.
¿Se imagina no tener afán, apuro, aprieto, extrema ansiedad de lo porvenir? Esto parece imposible, pero la tendencia de la carne es preocuparse por el trabajo, cuentas por pagar, qué comer, la muerte etc. Aquí el apóstol Pablo nos recomienda cambiar nuestras ansiedades en oraciones. Cuando comience a preocuparse, aproveche para ponérselo en las manos de su Padre Celestial.
Cuando usted se preocupa es porque está poniendo esa carga en sus hombros y está desconfiando en que Dios es quien tiene el control absoluto. Permítase experimentar milagros asombrosos y maravillas en estos tiempos. Espere a ver cómo Dios obrará con emoción y expectativa.
Estas no son meras palabras. Lo he experimentado a través de mi vida. Como ya lo he dicho antes, crecí en extrema pobreza, al grado que muchas veces no sabía si comería en la siguiente comida; y nunca nos faltó alimento. Mi mamá tenía una tablita en la “cocina” donde ponía lo que había de comer y, aunque la tablita siempre estaba vacía, Dios siempre proveyó porque lo que NO estaba vacío era la confianza de mis papás en Dios.
Como decía mi papá: «cuando vienen cosas malas y difíciles a nuestra vida, nuestro primer deseo es salir lo más rápido posible del dolor, angustia, ansiedad o la situación difícil; pero, sin aprender nada».
No desaproveche esta oportunidad difícil y aproveche esta situación para crecer su intimidad con Dios.
Pregúntese:
- ¿De qué manera me está hablando mi Padre Celestial en mi vida personal?
- ¿Qué quiere de mí?
- ¿Qué quiere de mi familia?
- ¿Qué cambio necesito hacer?
Los grandes héroes de la fe se encontraron con grandes retos y pasaron por muchos apuros e inciertos de su futuro en sus vidas; pero, Dios los mantuvo a pesar de las duras circunstancias que pasaron.
- El primer gran desastre universal fue el diluvio y Dios salvo a Noé. Noé manifestó confianza y creyó aun cuando nunca antes había visto caer ninguna gota de agua en toda si vida —y hubo un gran cambio ambiental desde ese entonces—.
- En los tiempos de Abram hubo hambruna en toda la tierra y Dios lo mantuvo (Génesis 12:10 Hubo entonces hambre en la tierra, y descendió Abram a Egipto para morar allá; porque era grande el hambre en la tierra.)
Hermanos, este no es el fin, pero sí es un nuevo comienzo en cómo nos relacionamos con Dios. Muchos ahora oran sin tener una relación previa con Dios. Tristemente solo se acercan a Dios porque no quieren ser infectados o morir, pero no por una relación estrecha y una relación que dure toda la vida. Que eso no pase con ustedes. Que esta relación con Dios crezca a una nueva etapa espiritual.
Tal vez ahora muchos de ustedes oran más que antes; pues, que eso no pare. Tal vez alguno de ustedes ahora lee más la Biblia; pues, que eso no pare. Tal vez alguno de ustedes escucha más atentamente la palabra de Dios a través de las predicaciones; pues que eso no pare.
Filipenses 4:6 Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.
La segunda acción que debe de hacer todo hijo de Dios es poner nuestras peticiones con ruego a Dios.
¿Por qué con ruego? Tal vez muchos pueden mal interpretar esta acción y decir: «¿Por qué Dios quiere que le roguemos?» «¿Qué no ya sabe lo que necesitamos?» Claro que Dios sabe lo que necesitamos, pero en circunstancias difíciles como las que estamos experimentando sale lo que realmente está en el corazón.
Dice Mateo 12:34b «…de la abundancia del corazón habla la boca». Entonces, ¿Cómo te diriges a Dios con humildad o con resentimiento o demandando?
Rogar, en este caso, es hacerlo con un corazón verdaderamente quebrantado y dispuesto a cambiar de actitud hacia Dios y sus mandamientos.
Rogar1. tr. Pedir algo a alguien como gracia o favor.
El amor de Dios sobrepasa nuestro entendimiento. La primera oración que Dios contestó en la Biblia fue de un hombre malo, homicida y necio:
Génesis 4:13-15Y Caín dijo al SEÑOR: Mi castigo es demasiado grande para soportarlo. He aquí, me has arrojado hoy de la faz de la tierra, y de tu presencia me esconderé, y seré vagabundo y errante en la tierra; y sucederá que cualquiera que me halle me matará. Entonces el SEÑOR le dijo: No será así; {pues} cualquiera que mate a Caín, siete veces sufrirá venganza. Y puso el SEÑOR una señal sobre Caín, para que cualquiera que lo hallase no lo matara.
Si Dios le contestó la petición a un hombre como Caín que fue el primer hombre en derramar sangre inocente y la de su hermano y que no cambió su corazón y nunca pidió perdón a Dios por lo que hizo —y que desde nuestra perspectiva no merecía nada más que la muerte por haber hecho lo que hizo— , y puso una señal para que nada le pasara, mucho más a usted y a mí Dios nos ha sellado con su Espíritu santo para que nada nos ocurra.
Filipenses 4:6 Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.
El tercer aspecto es ser agradecido —oración con acción de gracias—.
Tal vez usted podría decir: «¿Cómo dar gracias si está muriendo gente y otras se están enfermando?» Hermano debemos ser agradecidos porque de todo esto Dios tiene un plan de bien. Dice Romanos 8:28 [Más que vencedores] Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
El resultado de poner todos los afanes en oración a Dios es: «“Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús”. Filipenses 4:7»