Por: Moisés Gómez
Cumplir la Gran Comisión no es sólo un mandato personal, sino congregacional.
Las iglesias no deben limitarse sólo a la evangelización y ayuda en su localidad, sino traspasar fronteras y bendecir otras comunidades en otros países.
La iglesia Cross of Glory, de Hopkins, Minnesota, ha tomado la decisión de no sólo bendecir a la comunidad con programas de alcance, como lo es el ministerio para hispanos, el cual dirigen los pastores Edgar y su hermano Daniel Hernández, sino hacer viajes misioneros para continuar con la Gran Comisión que Jesucristo encomendó.
Cada año, miembros de esta iglesia viajan a La Palangana, Tamaulipas, México y a Haití.
“Son diferentes actividades las que realizamos en México. En esta ocasión, además de llevar escuelas bíblicas de vacaciones y medicina, apoyamos en la construcción de una cancha de baloncesto para acercar a las pandillas de la frontera al Señor Jesucristo”, dice Dan Bjerky, uno de los hermanos que viajaron a La Palangana.
“Había muy pocos hombres asistiendo a la iglesia, pero el otoño pasado un grupo de hombres se formó en la iglesia y dos de ellos se instalaron como los primeros diáconos de la congregación”, agrega.
Así como ellos, las iglesias deben fomentar el amor de sus miembros por apoyar las misiones, no solamente aportando económicamente, sino yendo a los lugares que aún no conocen de Jesús. ∞